Conmovedor: familia perdió a su hijo de 14 años y decidió donar sus órganos
El menor falleció por muerte cerebral tras un accidente de tránsito en Santander. Sus padres, en medio del dolor, tomaron la valiente decisión de donar sus órganos.
Noticias RCN
03:27 p. m.
Noticias RCN conoció la conmovedora historia de una familia en Santander, que tomó una decisión para cambiar la vida de varias personas.
Familia decidió, en medio del dolor, donar los órganos de su hijo fallecido
Los padres de Nicolás Andrés Acero, un adolescente de 14 años, donaron los órganos de su hijo fallecido, uno de los actos más difíciles.
La valiente determinación permitirá salvar hasta 55 vidas de personas en lista de espera a nivel nacional.
Nicolás Acero salió de su casa para hacer un mandado cotidiano cuando sufrió un accidente de tránsito que cambió para siempre la vida de su familia.
El menor fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Internacional de Colombia, donde los médicos determinaron que presentaba muerte cerebral con un 98% de su cerebro sin funcionar, aunque su corazón continuaba latiendo.
“Él era un niño de casa, sonriente, educado (…) Yo todavía no tenía esa certeza de que mi hijo estaba muerto, no lo asimilaba. Tuvieron que llegar psicólogos a hablarme”, indicó Andreina Blanco Bautista, madre del menor fallecido.
Ante la irreversibilidad del diagnóstico médico, la familia Acero Blanco decidió transformar la tragedia en una oportunidad para dar vida a otros.
“Ya a mi niño lo tiene en un mejor lugar y pues gracias a las decisiones que tomamos por la mamá y el papá del niño, donamos el corazoncito y varias partes del cuerpo para darle vida a unos niños que lo necesitaban”, añadió entre lágrimas una de las familiares del Nicolás.
Familia ayudará a 55 personas tras donar los órganos de su hijo fallecido
La conmovedora decisión de esta familia, de órganos permitirá que hasta 55 personas que se encontraban en lista de espera, no solo en Santander, sino en diferentes regiones de Colombia, tengan una nueva oportunidad de vida.
Entre los órganos y tejidos donados se encuentra el corazón del adolescente, además de otras partes vitales de su cuerpo. “Sé que un pedacito de mi hijo está aquí en la tierra latiendo”, finalizó Andreina.
Esta historia de dolor convertida en esperanza es un ejemplo del acto de valentía que representa anteponer el bienestar de otros en medio del duelo más profundo que pueden experimentar unos padres.

