¿La falta de relaciones sexuales puede afectar la salud mental?

Las relaciones sexuales, durante muchos años, han sido un tabú en la sociedad. Hablar de temas que revelen los gustos y placeres íntimos de una persona, si se analiza desde las inclinaciones religiosas, puede llegar a ser un tema polémico para muchos.  

Sin embargo, poco a poco y con el pasar de los años, más son las personas que se atreven a hablar abiertamente de su sexualidad. 

Si bien es cierto que tener encuentros íntimos trae beneficios para la salud de los seres humanos, recientemente se ha especulado qué consecuencias podría traer el caso contrario, es decir, la falta de sexo. 

Noticiasrcn.com habló con Paola Sánchez Coronado, psicóloga profesional con maestría en sexología para tratar las consecuencias que puede traer la falta de sexo a nivel mental. 

¿La falta de sexo afecta la salud mental?

Sánchez aseguró que la falta de sexo “sí podría afectar la salud mental, siempre y cuando no se deba a una decisión propia (por motivos morales, religiosos, etc.) sino a que la persona de verdad desea tener encuentros eróticos, pero existen inconvenientes que se lo impiden”. 

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Para la experta en sexología, la relación entre la sexualidad y la salud mental nace de la manera en cómo los seres humanos perciben, viven y sienten la vida. Además, en la manera en que se relacionan con los demás. 

“En nuestras primeras etapas del desarrollo, establecemos interacciones con nuestras figuras de apego (padre, madre, abuelos, etc.). La crianza y el vínculo que hayamos establecido con ellos va a determinar nuestra sexualidad y estado mental. Si nuestra sexualidad se ve afectada, por ende, nuestro estado mental también y viceversa. Por ejemplo, una persona que no estableció un apego seguro con sus figuras, probablemente sea desconfiada y no quiera vincularse emocionalmente con nadie, en ese caso, puede elegir dos caminos: abstenerse de tener algún tipo de relación con alguien, ya sea a nivel sexual y romántico, o solamente relacionarse de manera sexual, pero no establecer vínculos afectivos y románticos de ningún tipo”, explicó. 

Al tener relaciones sexuales y llegar a un orgasmo, se segregan endorfinas que proporcionan en la persona una sensación de bienestar que, como consecuencia, hace que estas puedan dormir mejor y reducir sus niveles de estrés. 

Entretanto, Sánchez aclaró que “tener más sexo no significa mayor bienestar o salud. La importancia radica en la calidad de las relaciones sexuales más que en la cantidad. Puedes tener mucho de lo mismo, pero si no hay satisfacción, entonces esto no va a generar ningún bienestar”. 

¿Qué causa la falta del deseo sexual?

“Las causas son diversas, pueden ser físicas por algunas enfermedades, consumo de ciertos medicamentos, hábitos, estilo de vida que tenga una persona y por cuestiones hormonales (lactancia, menopausia y embarazo). Por cuestiones psicológicas, la depresión, ansiedad o estrés. Baja autoestima de la imagen corporal, traumas de algún tipo de maltrato o de abuso sexual y experiencias sexuales negativas en el pasado. La dinámica de la relación de pareja puede afectar el deseo sexual también”, añadió. 

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¿Afecta más a las mujeres o a los hombres?

Según investigaciones, “el porcentaje es más elevado en las mujeres y sobre esto hay muchas teorías. Una puede ser por cuestiones culturales, las mujeres tenemos mayores cargas, tenemos vida laboral, encargadas de la casa y además, del cuidado de los hijos(as). Eso puede generar mayor cansancio y estrés, por ende un desinterés en las relaciones sexuales. También, las mujeres hemos sido más reprimidas a explorar el área sexual que los hombres y eso nos ha dado cierta desventaja. Sin embargo, esto es algo que ha venido cambiando a favor de las mujeres, ya tenemos mayor libertad y conocimiento”, concluyó.