Accidente satelital afecta a la orgullosa industria espacial rusa
Un cohete ruso que transportaba un satélite europeo cayó a tierra poco después de haber despegado.
Noticias RCN
mayo 16 de 2014
09:47 a. m.
09:47 a. m.
El cohete pesado ruso Protón-M que debía poner en órbita el satélite de telecomunicaciones ruso Express-AM4R cayó a tierra minutos después de su lanzamiento, en el último accidente que afecta a la otrora orgullosa industria espacial de Rusia.
"Se ha producido un fallo. Concluimos la transmisión", señaló el comentarista de la página web del Centro Jrúnichev, que emitía en directo el lanzamiento del Express-AM4R, el satélite de telecomunicaciones más sofisticado con que cuenta Rusia.
Los responsables espaciales rusos dijeron que el motor de control del cohete falló 545 segundos después de su despegue del centro espacial de Baikonur, que Moscú alquila en Kazajastán.
"El fallo se produjo durante el funcionamiento de la segunda o la tercera etapa del cohete", dijo a la agencia Interfax un representante de la industria espacial rusa.
Según las primeras estimaciones, el bloque acelerador (la última etapa del cohete) y el satélite, valorado en más de 200 millones de euros, cayeron en el este de Rusia, entre la región de Altái y la costa del Pacífico.
La agencia federal espacial rusa Roscosmos indicó que formó una comisión especial "para analizar los datos telemétricos y descubrir los motivos de esta situación de emergencia".
Un rosario de incidentes
Este accidente es un nuevo revés para la industria espacial rusa, que en los últimos años ha acumulado reveses con lanzamientos malogrados y una serie de incidentes.
El último de ellos había sido la explosión de un cohete Protón en el momento del despegue el 2 de julio de 2013 desde el cosmódromo de Baikonur, en las estepas de Kazajistán. La investigación concluyó que se había debido a un error.
Este cohete transportaba tres satélites del sistema Glonass, el equivalente ruso del sistema estadounidense GPS, pero tras la explosión se interrumpieron los lanzamientos durante unos tres meses.
En octubre, el primer ministro ruso Dimitri Medvedev destituyó al director de la agencia espacial y lo sustituyó por Oleg Ostapenko, un exviceministro de Defensa.
El presidente ruso Vladimir Putin le encargó que reforme el sector con un presupuesto adicional de miles de millones de dólares.
En diciembre, Putin firmó un decreto sobre la creación de un holding público espacial para reforzar esta industria, motivo de orgullo en el país y que sirve de instrumento de presión.
En plena tensión entre Occidente y Rusia por la crisis ucraniana, Moscú amenazó a Estados Unidos con dejar de suministrarle motores de los cohetes NK-33 y RD-180, fabricados en Rusia y que permiten lanzar satélites destinados a los programas de defensa norteamericanos.
El viceprimer ministro ruso Dimitri Rogozin, encargado del sector espacial en el Gobierno, dio a entender que Rusia no prevé continuar con la explotación de la Estación Espacial Internacional (ISS) más allá de 2020.
Agencias