Así fue el rescate de don Gustavo, un adulto mayor que llevaba más de una década en la calle

Escuchando una vieja canción de rock and roll se despierta en una calle de San Andresito de San José, en Bogotá. Sus ojos reflejan la tristeza, quizás por la misma soledad. Sus arrugas y sus canas que deberían estar llenas de sabiduría y de grandes historias que por generación en generación nos han contado nuestros abuelos, no están con él. Su nombre es Gustavo Castillo y recuerda muy bien por qué está en la calle.

“Porque no tengo ni papá, ni mamá. No tengo familia, mejor dicho, a todos me los mataron”, asegura.

Gustavo recuerda que cuando tenía tan solo ocho años se escapó de su casa y a partir de ese momento aprendió a vivir de esquina en esquina. Dice que por las cosas de la vida él está en situación de calle.

Afirma que “unos nacen con estrella y otros estrellados” y él, nació estrellado.

Se acostumbró desde muy joven a ser habitante de calle, con todo lo que eso implica, como el consumo de drogas que empieza para evadir el hambre y termina con una terrible adicción.  “Yo consumía bazuco, marihuana y cigarrillo”.

El próximo 14 de septiembre cumple 70 años, pero parece más anciano. El recorrido de su vida ha sido largo, cruel y solitario. La calle le ha desgastado no solo sus huesos y su piel, también su alma.

Para él, su cumpleaños es un día más, pero una persona que se cruzó en su camino le quiso ayudar con algo más que un regalo. Se trata de Valentina Aponte, una joven mujer, vecina de ese sector que todos los días pasa por la esquina donde duerme Gustavo.

“Yo lo conocí hace más o menos un año camino a mi trabajo. Me llamó mucho la atención por su edad, estando en la calle y la condición que él tiene, porque tiene una sonda”.

Gustavo padece de problemas urinarios y por eso tiene una sonda que ha limitado su movilidad.

Valentina dice que una vez lo conoció, se llenó de mucha tristeza y comenzó “a hablarle y ayudarle, dejarle comida, a veces le dejaba dinero para que comprara pan o chocolate. Comencé a involucrarme más con él porque me da sentimiento que las personas de la tercera edad estén en la calle”.

Por eso, escribió a #HistoriasRCN con el fin de ayudarle un poco más. “Yo creo que ellos también merecen vivir sus últimos años a plenitud, dormir en una cama, tener sus tres comidas, poder estar tranquilos”.

#HistoriasRCN con la ayuda de la Secretaría de Integración Social llegaron hasta la esquina donde permanece Gustavo para darle la buena noticia de que sería trasladado a un albergue.

“En estos centros les vamos a brindar atención integral a las personas mayorees. Tenemos servicios de alojamiento, aseo personal, alimentación y se realizan actividades de desarrollo humano”, explica Carolina Fajardo, líder de la Secretaría de Integración Social.

Se puso feliz, empacó sus pertenencias: tres cobijas, un pantalón y una chaqueta. Los cartones que le servían como colchón, se los regaló a su compañero de cuadra, otro habitante de calle.

Antes de subirlo a la camioneta, donde sería trasladado, lo desinfectaron con alcohol. Luego, lo llevaron al Hospital Centro Oriente donde le hicieron un chequeo médico y le cambiaron la sonda que tenía. Además, le hicieron una prueba de covid -19.

Gustavo fue llevado al centro para el adulto mayor del barrio Quiroga. Allí tendrá que permanecer 14 días de cuarentena por los protocolos de covid. Luego podrá empezar a disfrutar de todas las actividades con las que cuenta el albergue.

Este fue un regalo de cumpleaños que todos celebramos porque ahora Gustavo podrá tener la ayuda que necesita.

Si usted tiene una denuncia o una historia, escriban al correo glozano@rcntv.com nosotros la contaremos por usted.