Así avanzan las labores de reestructuración del Hospital San Juan de Dios

Quizás a lo largo de su existencia el paciente más crítico que ha tenido el San Juan de Dios es él mismo. Ha estado 19 años en coma, abandonado, lejos de ser ese importante complejo hospitalario de espíritu universitario y vocación caritativa.

“Era un hospital tremendamente importante en la prestación de servicios de salud, en el aspecto docente, de investigación”, señaló Jorge Ospina, médico que trabajó en el Hospital San Juan de Dios.

La falta de presupuesto lo llevó a la ruina en 1993. Del gran hospital solo quedó su complejo arquitectónico declarado monumento nacional en 2002. Imponentes estructuras de estilo francés que hoy se quieren rescatar.

“La tarea que se está haciendo es identificar cómo lo reforzamos para no dañar su arquitectura, para no dañar su valor estético y mantenerlo funcionando sin generarle ningún riesgo a la actividad de la salud", afirmó Édgar Duarte, gerente de proyecto de San Juan de Dios.

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A mediados del siglo pasado el pabellón Paulina Ponce de León recibía a cientos de pacientes con quemaduras, actualmente su estado es precario porque está lleno de escombros, sin embargo, el proyecto de restauración y rehabilitación del hospital pretende que esta zona sea recuperada a finales de 2022.

Pero la torre central simplemente ya no puede estar en pie. No cumple con los estándares de construcción para ser utilizado en el sector salud y tampoco con las normas de sismo resistencia.

En momentos en que avanza el proyecto, una comisión integrada por reconocidos, médicos, arquitectos, patrimonialistas, economistas y políticos, realizó una serie de recomendaciones para que no haya trabas en su avance y, en cambio, se hagan nuevos esfuerzos económicos por parte del Gobierno Nacional para devolverle el San Juan de Dios no solo a los bogotanos, sino a todos los colombianos.

“Lo más importante es no seguir postergando indefinidamente el avance del proyecto del San Juan de Dios, que no le pase lo mismo que históricamente ha pasado con el metro de Bogotá”, aseveró José Daniel López, representante a la Cámara por Cambio Radical.

De los 23 edificios que integran el complejo, 17 son de conservación arquitectónica o integral y no pueden ser demolidos.  Los seis restantes son de conservación contextual y pueden ser derribados si no cuentan con los requisitos de sismo resistencia y hospitalaria.

La apuesta de la alcaldesa Claudia López es construir sobre lo construido y allí figura levantar una nueva torre central, el traslado del centro de atención hospitalaria, con más de 27 especialidades, y la restauración de los bloques de conservación. Esta medida beneficiaría a 360.000 personas.