Hospital de instrumentos en el festival de Cartagena

En el Cartagena Festival de Música no sólo participan grandes músicos, en una de las salas especiales, un grupo de profesionales tiene quizá el trabajo más delicado en el todo el festival, los luthiers.

Con mucha dedicación atienden cualquier emergencia por daño en los instrumentos y según Natalia Revelo, voluntaria de Luthería de la Fundación Salvi, todos allí, tienen un trabajo de disciplina, amor puro y mucha paciencia, sobre todo.

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Reparar los instrumentos no es propiamente una manualidad o una labor artesanal, es indispensable saber de música, de cómo suena el instrumento y de lo que le puede afectar,  “la humedad aquí nos juega malas pasadas y muy duras, porque como esos instrumentos se hacen con cola de animal y se disuelven en agua, la humedad que hay aquí hace que se despegue, entonces lo más difícil ha sido eso, instrumentos despegados, que tú sabes que los necesita el músico y tienes que correr para ajustarlos y que queden funcionando”, asegura Nicolai Ceballos, luthier de la Fundación Salvi.

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En esta clínica de luthería se atiende cualquier necesidad urgente de los músicos con sus instrumentos y para los luthiers, poder apoyarlos, genera una satisfacción doble, “el hecho de tener los instrumentos en tus manos, poderlos reparar, hacerles ciertas cosas y luego verlos sonando en el escenario, es muy bonito y nos llena de satisfacción a todos “, asegura Marcell López, quien también viajo desde Bogotá a Cartagena, como voluntaria de Luthería.

Las puertas de la clínica de luthería están abiertas no sólo para los artistas del Festival, cualquier músico de Cartagena que lo requiera, puede acudir de manera gratuita.

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