Miles de damnificados, cultivos y viviendas perdidas: el saldo de las fuertes lluvias en el país

El panorama desalentador originado por las lluvias continúa azotando buena parte del país, dejando miles de familias damnificadas a su paso, áreas de tierra perdidas, desbordamientos y deslizamientos.

En Córdoba la cifra de afectados por el invierno ya supera las 50.000 personas y 30 de los municipios han sido declarados en calamidad pública. Mientras tanto, en Antioquia han muerto 60 personas y los municipios aledaños al río Cauca permanecen en alerta roja. La más reciente víctima mortal se registró en Bello, debido a un deslizamiento que arrasó con siete viviendas.

En Atlántico también se han registrado graves daños que han dejado a más de 3.000 familias afectadas y 15 municipios en estado de emergencia.

En Santa Marta, la inundación por el desbordamiento del río Manzanares dejó más de 1.600 familias afectadas, que intentan salvar lo poco que dejó el paso del agua. Entretanto, en la vía que conduce de Barranquilla a Cartagena, cerca de 50 metros de la carretera se hundieron por cuenta de las fuertes lluvias, dejando paso por un solo carril.

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Santander es otro de los departamentos más afectados, allí 38 municipios han declarado calamidad pública y más de 10.000 personas están damnificadas. Además, hay preocupación por la apertura de compuertas del Embalse de Topocoro, pues los habitantes temen que, si continúa lloviendo y los niveles del afluente aumentando, sus viviendas puedan verse afectadas por una grave emergencia.

La regiones Caribe, Pacífica y Andina han sido de las más afectadas por esta segunda ola invernal que, según previsiones del Ideam, podría extenderse hasta fin de año e, incluso, hasta enero del 2023. Comunidades enteras, niños y niñas, ancianos y campesinos han visto como el agua se lleva a su paso cultivos, casas y carreteras.

En Boyacá las afectaciones no se han hecho esperar. Tan solo en Duitama las fuertes lluvias han dejado 120 familias damnificadas y se han perdido 28 hectáreas de cultivos.

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En Uribia, La Guajira, en donde el agua es escasa la mayor parte del año, hoy se inunda cada centímetro de las rancherías, ocasionando que por lo menos 470 personas, en su mayoría niños, se desplacen a albergues para pasar la noche. Hasta ahora, la cifra de damnificados supera las 30.000 familias.

El Pacífico colombiano no se ha salvado de las inclemencias del invierno. En Dagua, Valle del Cauca, varias viviendas fueron arrastradas por la fuerte corriente del río Dagua que dejó por lo menos 99 familias afectadas.

Finalmente, en Buenaventura no es menos grave la situación. Allí las autoridades declararon calamidad pública por las inundaciones registradas, además se ha reportado taponamiento de vías y crecientes en los ríos Dagua, Naya, Cajambre y Yurumangui. Allí hay alrededor de 4.500 familias afectadas.

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