Mujer se lanzó de taxi en movimiento tras presunto acoso del conductor en Neiva
Alejandra Ospina tomó una carrera de madrugada por falta de dinero y terminó arrojándose del vehículo para evitar ser agredida.

Noticias RCN
05:33 p. m.
En Neiva, una mujer decidió confiar en un conductor de taxi que se ofreció a llevarla por una tarifa baja en horas de la madrugada.
Durante el trayecto, el hombre comenzó a acosarla físicamente, obligándola a lanzarse del vehículo en movimiento.
Mujer se lanzó de taxi en movimiento tras presunto acoso del conductor
Todo ocurrió pasada la medianoche, hacia las 12:15 a.m., cuando Alejandra Ospina, una joven trabajadora que acababa de terminar su turno, salió a buscar cómo regresar a casa.
Sin suficiente dinero para pagar una carrera convencional, accedió a un taxista que le ofreció llevarla por solo 10 mil pesos, el único efectivo que llevaba consigo.
Ella aceptó. Subió al vehículo y, sin sospechar lo que ocurriría después, se sentó en el asiento del copiloto.
Esa fue, según sus propias palabras, una decisión que lamentaría segundos después.
Ese fue mi error, confiarme y hacerme adelante, de copiloto.
El conductor comenzó a tocarla sin su consentimiento
Durante los primeros minutos del recorrido, el ambiente dentro del taxi comenzó a cambiar. El comportamiento del conductor se volvió incómodo y amenazante.
En cuestión de segundos, el hombre empezó a tocarla sin su consentimiento. En ese instante, ella comprendió que estaba en una situación de riesgo real.
Sentí que tenía una sola salida, que era escapar o permitir que este hombre me hiciera algo… cosa que no iba a dejar”, explicó. “No pensé, simplemente fue la acción de decir: ‘No, déjeme bajar'.
Lejos de detener el carro o calmar la situación, el conductor continuó tocándola mientras repetía que no le haría daño. Pero para Alejandra ya no había vuelta atrás, tenía que salir del vehículo como fuera.
Fue entonces cuando decidió actuar:
Yo dije: ya, si este hombre me hace algo, ya no puedo hacer nada… Entonces fue como la reacción, y me tiré. No sentí el golpe, simplemente corrí, cogí el teléfono que se me había caído y seguí corriendo hacia donde había luz, y ahí me auxiliaron.
Gracias a esa reacción logró evitar una agresión mayor. No obstante, el horror no terminó ahí.
Otras mujeres denunciaron ser víctimas de la misma modalidad
Apenas su historia comenzó a circular por redes sociales y medios locales, otras mujeres comenzaron a escribirle y a contarle que habían vivido experiencias similares.
Varias aseguraron que reconocen el mismo modo de operar: ofrecer carreras baratas a altas horas de la noche, sugerir que viajen adelante, y luego aprovecharse del trayecto para acosarlas.
Hasta el momento, no se descarta que el mismo taxista esté detrás de varias de estas situaciones, aunque aún no ha sido identificado públicamente.