Niños quieren educarse y construyen su propia biblioteca en el sur de Bogotá

¡Sin plata pero ganas! Así, un grupo de niños y jóvenes comenzó a construir la biblioteca “La Creatividad” en la vereda Quiba Alta, zona rural de Ciudad Bolívar, en el extremo sur de Bogotá.

Llevan años ingeniándoselas para lograr este sueño colectivo. Stefany Cortés, tiene sus mejillas quemadas por el sol y el intenso frío de la zona. Mientras poda el jardín que adorna el lugar, cuenta todo lo que ella y el resto de sus compañeros han tenido que hacer para conseguir los recursos que necesitan.

“Tengo 13 años y estoy ayudando a la construcción de la biblioteca desde mis 8 años. Hemos vendido ladrillos, llaveros, cuidado mascotas, hecho rifas y hasta cobramos por ayudar el ordeño de las vacas de los vecinos. Todos esos pesitos han contado”, asegura esta pequeña con su risa tierna.

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Consiguieron el terreno a buen precio y luego lograron hacer alianzas con bodegas de venta de materiales para construcción. Todos se turnan, trabajan luego de hacer las tareas del colegio e incluso los fines de semana. Los más grandes mezclan el cemento y pegan los ladrillos, mientras que los pequeños ayudan a pintar y a sembrar el jardín.

Son guiados por docentes que le han apostado a lo social, como es el caso de July Marcela Triana, quien todos los días se desplaza desde su casa en la calle 170 con carrera 7, y recorre más de dos horas y media para llegar a este lugar.  “Sueño con un país diferente, una ciudad diferente y creo firmemente que la forma de hacerlo es desde la educación. Para que eso suceda tienen que existir espacios como estos, sobre todo para comunidades que están en desarrollo, que les permitan a los niños encontrar sus pasiones, reconocer sus talentos”.

Durante las obras, han aprendido que los sueños se construyen con disciplina y se han resistido a convivir con el estigma de pobreza que tiene implícito el nombre la localidad donde viven. Son conscientes que Ciudad Bolívar es una zona de la capital del país reconocida por múltiples hechos de violencia y pobreza.

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Iván Triana es otro de los líderes de este proyecto que se ancla en medio de las verdes montañas de la ruralidad bogotana. Él resalta la motivación de este grupo de jóvenes emprendedores.

“Para que se den cuenta que por ellos mismos con trabajo duro y perseverancia pueden alcanzar lo que se proponen y por otro lado darse en cuenta que este sitio es maravilloso, que se necesita proteger, que se necesita impulsar y que las nuevas generaciones se hagan cargo del liderazgo y claramente del progreso de esta zona que todo Colombia debería conocer”.

Trabajan por construir la infraestructura, una que sea amigable con el medio ambiente. En cuanto a los libros, saben que nunca serán muchos y esperan que las donaciones no se hagan esperar. Sin embargo, ya cuentan con más de 1.000 textos de diferentes tipos de literaturas, investigación y consulta; producto de los regalos de Navidad y cumpleaños que han logrado canjear. Tienen claro que con ellos pueden labrarse un mejor futuro.

“Tengo 14 años y quiero ser comunicadora social. Quiero ayudar a cambiar el mundo o por lo menos el mundo de los que me rodean. Para ello tengo que leer mucho, solo así podré ejercer mi profesión y traspasarle ese conocimiento a otros", resalta Ginneth Casalla, habitante de la vereda Quiba Alta y una de las personas que siempre asiste, junto con su perro, a apoyar a la construcción de la biblioteca.

Dentro de sus planes esta tener lista la obra antes de empezar el segundo semestre del 2022, pero saben que la biblioteca tendrá que entrar en funcionamiento cuanto antes. Las clases escolares empezaron ya con alternancia y muchos de ellos no cuentan con internet.

La esperanza para más de 2.000 niños y jóvenes de un mejor futuro se alberga allí, en lo que ellos han llamado "La Creatividad".

Lezly Pérez - NoticiasRCN.com