Policía atendió un parto dentro de un bus que cubría la ruta Bogotá – Valledupar: así pasó
En medio de la carretera, sin hospitales cercanos y sin señal de comunicación, el subintendente asistió el nacimiento de un bebé.
Noticias RCN
07:52 p. m.
Lo que para los pasajeros era un recorrido de rutina, se convirtió en una dramática escena cuando una mujer embarazada entró en trabajo de parto en plena vía, lejos de cualquier centro asistencial.
El hecho obligó al subintendente de la Policía, Edilberto Gutiérrez, a atender el nacimiento dentro del bus.
Policía atendió un parto dentro de un bus que cubría la ruta Bogotá – Valledupar
El uniformado, que se encontraba en el vehículo como pasajero, fue sorprendido por la emergencia. La mujer comenzó a presentar contracciones y no había tiempo para esperar ayuda médica.
Consciente de que cada minuto contaba y que el entorno no ofrecía condiciones adecuadas, el subintendente improvisó lo que sería una sala de parto sobre ruedas.
Sin recursos, ni equipos médicos, ni comunicación por falta de señal, Gutiérrez pidió lo que estuviera al alcance:
No había absolutamente nada, ni señal, nada, absolutamente nada, yo le dije, tenemos que hacer algo, necesito un botiquín, necesito algo para poderle colaborar, una manta.
Así vivió el momento del parto el policía
Tras un proceso complejo y bajo la guía del policía, nació Ian Barranco Rodríguez. El bebé respiró, movió sus brazos y lanzó su primer llanto, lo que significó un alivio para todos.
Fue una sensación muy especial al momento en que el niño comenzó a mover los bracitos, a hacer el primer llanto.
Cuarenta minutos después, llegó una ambulancia que trasladó a la madre y al recién nacido hacia un centro asistencial del Cesar, donde confirmaron que ambos estaban en buenas condiciones de salud.
Policía que atendió el parto será el padrino del bebé
La madre, Leidy Vanesa Losada, expresó entre lágrimas su agradecimiento:
Estoy agradecida con Dios y con la vida por darme la oportunidad de tener a mi hijo sano y salvo.
El impacto del hecho no solo quedó en la memoria de los pasajeros, sino que hizo que el subintendente aceptara ser el padrino del recién nacido.


