Presos fabrican licor artesanal y armarios: así se realizan sorprendentes hallazgos en La Picota
Noticias RCN entró a uno de los patios de alta seguridad de esta cárcel, para acompañar un operativo de control realizado por el Inpec. Video.
Noticias RCN
07:18 p. m.
El operativo
A las 5:00 de la mañana, dos grupos especializados del Inpec llegan hasta la cárcel La Picota, en Bogotá. ¿Su objetivo? un operativo sorpresa. Minutos después, el grupo de 44 dragoneantes, al mando de una mujer, la mayor Claudia Nossa, se prepara para ingresar a uno de los patios más importantes, no solo de la cárcel La Picota, sino del país: el número 30, de alta seguridad.
A la formación se une el coronel Daniel Gutiérrez, director general del Inpec, quien ultima detalles para el ingreso con su equipo al patio. Minutos después, aún sin asomarse la luz del día, y antes de que sean las 5:30 de la mañana y los internos salgan de sus celdas, inicia el ingreso al pabellón ubicado en el piso 7 del centro carcelario.
Lea también: Escándalo de posible corrupción en la Uaesp recuerda al carrusel de contratación en Bogotá: la historia
Todos los hombres y mujeres miembros del Comando de Reacción Inmediata y el Comando Operativo de Remisiones de Especial Seguridad llegan hasta el lugar. Lo primero que hacen es sacar a los presos de sus celdas y reunirlos en el punto central del patio, en donde el mismo director del Inpec, para no vulnerar los derechos de los reclusos, les explica a qué se debe el ingreso: un operativo de control.
Luego forman a los 177 detenidos en fila para iniciar la requisa. Los primeros objetos prohibidos empiezan a aparecer: celulares y accesorios de comunicaciones, que, se supone, no pueden tener. Uno a uno los trasladan a una cancha en el mismo nivel, en donde estarán por el tiempo que tarde la operación. Una vez los internos son trasladados a la cancha, inicia la inspección en las 55 celdas, distribuidas en dos pisos del patio 30.
En medias y en repisas los hombres del Inpec continúan con los hallazgos. Encuentran más celulares, equipos portátiles de carga y estupefacientes. Lo que más sorprende a los hombres del operativo se encuentra al ingresar a las celdas.
Los hallazgos y las comodidades
Usualmente en unas celdas de 6 metros cuadrados deberían existir cuatro camarotes, un baño y ningún tipo de decoración. En este patio de La Picota, en donde según el coronel Gutiérrez permanecen hombres condenados a más de diez años de prisión (narcotraficantes, excabecillas del Clan del Golfo y de las antiguas Farc), la situación es diferente. Algunas tienen mármol, en otras las paredes han sido decoradas con estucos de colores, en el piso y en los techos hay enchapes y algunas incluso tienen repisas o muebles para organizar la ropa y las prendas personales. También guardan lujosos perfumes, relojes y ropa de diseñador.
Le puede interesar: La diferencia entre tristeza y depresión y otras dudas frecuentes sobre la salud mental
Va corriendo el tiempo y cada vez lo que encuentran al interior de cada calabozo es aún más sorprendente. El olfato y la experiencia del personal del Inpec lo lleva a buscar detrás de las paredes posibles escondites, siguiendo los pequeños rastros, como los huecos en la parte superior de las celdas. Son el camino hasta caletas difíciles de encontrar.
En la primera, a la que logran acceder luego de por lo menos 30 minutos de abrir la pared con martillos, encuentran botellas que contienen en su interior bebidas alcohólicas. Licor que los detenidos preparan al interior de la cárcel y que hasta han construido una especie de surtidores por los que una a una salen más botellas con el licor artesanal.
Ahora bien, según las cifras oficiales, en el país el hacinamiento es de 21.3 %. Pese a esto, en este patio hay celdas que se usan exclusivamente para el almacenamiento de alimentos. En este operativo se encontraron dos celdas destinadas a guardar verduras, huevos y bebidas. Incluso, otro espacio que habitaban los reclusos fue destinado para una cocina. Acciones que al interior de la prisión están prohibidas. Sin embargo, antes de empezar el operativo, uno de los internos le habló al director del Inpec sobre sus necesidades alimenticias.
El resultado
Tras cuatro horas de una exhaustiva inspección, celda por celda, los dragoneantes inician la recolección de los elementos incautados, para así realizar el conteo y el respectivo registro.
Posteriormente, a la salida de la cárcel, sigue la requisa de cada uno de los dragoneantes para verificar que hayan entregado todos los objetos incautados y, así, posteriormente, desplazarse hasta el exterior de La Picota y realizar la sábana de evidencias, como ellos les llaman a los implementos incautados: 13 Armas blancas, 17 celulares, 45 cubetas de huevos, 5 arrobas, dinero en efectivo y electrodomésticos decomisados. Más allá del resultado, que es pequeño comparado a otros operativos, lo sorprendente es cómo los presos han transformado el patio a su antojo.
Surgen varias preguntas ¿De dónde salió la madera para los armarios? ¿Cómo es posible decorar las celdas, entrar cubetas de huevos y víveres? ¿En qué momento construyen este tipo de caletas y producen licor para uso interno? Bajo el mando del coronel Daniel Gutiérrez, estos hombres del Inpec intentan seguir descubriendo irregularidades en la cárcel, para subsanar la situación.
Siga viendo: Rosa Montero: “Mucha gente reprime parte de sí misma. Es terrorífico”
Por: María Fernanda Correa