Procuraduría inhabilitó por 12 años al exalcalde William Dau: estos son los motivos
Esta no es la primera vez que la Procuraduría toma acciones sobre el exalcalde de Cartagena.
Noticias RCN
07:41 p. m.
En las últimas horas, la Procuraduría destituyó e inhabilitó por 12 años al exalcalde de Cartagena, William Dau. De acuerdo con la entidad, le sacó provecho a su cargo para participar en actividades partidistas y otras situaciones relacionadas con las elecciones.
Dau ejerció como alcalde en la capital de Bolívar entre 2020 y 2023. Durante las elecciones de 2019, salió vencedor con el 28.93% de los votos (114.239). Se lanzó con el movimiento Salvemos a Cartagena.
¿Por qué lo sancionaron?
Los hechos mencionados se remontan a 2022. Al parecer, el exmandatario estuvo inmerso en lo que se calificó como “controversias políticas” al respaldar a ciertos candidatos que tenían aspiraciones legislativas.
El apoyo de Dau se dio mediante audios de WhatsApp en lo que parecían ser conversaciones privadas. Para la Procuraduría, esto representó una motivación política: “Expresó afinidad y respaldo hacia candidatos identificados con una coalición específica en un momento anterior a las elecciones (…) Un acto comunicativo con potencial de incidencia política”.
Un aspecto clave que tuvo en cuenta el Ministerio Público era justamente el impacto que para ese momento podía generar Dau. Al ser alcalde, tenía una posición política que podía ser relevante y, por ende, incidir en las elecciones.
La respuesta de Dau
La destitución e inhabilitación entonces se efectuó por ir en contra de los principios de neutralidad, imparcialidad y moralidad administrativa. El exalcalde puede apelar en segunda instancia esta decisión.
A través de un video en redes sociales, Dau señaló que próximamente se pronunciará de manera extensa ante esta situación.
Cabe recordar que en 2024, la Procuraduría confirmó la suspensión e inhabilitación que ya le habían impuesto por tratar irrespetuosamente a los directivos de la Universidad de Cartagena. El exmandatario calificó a la institución como “plagada de corrupción” y “un nido de ratas”. A los directivos los llamó “malandrines”.

