Profetas lejos de su tierra: tejieron su destino lejos de Venezuela
Leomar Atencio y su compañero de negocios han logrado estabilizarse y esperan salir de la informalidad con sus coloridas mochilas y prendas de cuero.
Noticias RCN
06:31 a. m.
Los detalles de tejer lo aprendieron de su abuela y de su tía Graciela, las mochilas coloridas que vendían en Venezuela tuvieron que cambiar de clientes y debido a la crisis les tocó enhebrar nuevos caminos en territorio extranjero.
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Lejos de las rancherías, del color amarillo del desierto llegaron a la selva de cemento, donde comenzaron a tejer una nueva historia. “Nos venimos para Colombia dejando atrás mi casa, mis padres, mi familia; no es fácil empezar y más aún aquí donde hay tantos indígenas con necesidades”, aseguró Leomar Atencio.
Al lado de su negocio está un contador público venezolano de 62 años, es un ariguna, como le dicen los wayuu a las personas diferentes de su comunidad. Félix Hernández dejó las finanzas y la vida lo ha llevado a convertirse en un artesano del cuero.
“En mi país si no hay dinero para comer, mucho menos hay para las artesanías, era imperioso salir a buscar nuevos rumbos y de paso alimentar a mi familia compuesta por seis hijos”, dijo.
En sus negocios en la calle primera de Riohacha tejen y diseñan su futuro. “Mi visión es poder recorrer Colombia ofreciendo mi arte que son correas, sombreros y zapatos hechos en cuero 100 % original”, aseguró Félix Hernández, artesano venezolano.
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Leomar Atencio y su compañero de negocios han logrado estabilizarse y esperan salir de la informalidad. Aunque las cuentas ya comienzan a tener saldos en negro “lo importante de mis hermanos wayuu es que no pierdan su esencia, que respeten las costumbres colombianas, pero siempre orgullosos de ser wayuu”.
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