¿Qué hay detrás del mercado de aleta de tiburón? Esta es la polémica por medida que permite su caza

La ministra de Agricultura, Jenifer Mojica, ha generado diferentes críticas por las declaraciones que hizo relacionadas con el decreto que prohibía la pesca incidental de tiburones y rayas.

Actualmente, el Gobierno permite que algunas comunidades pesquen ese tipo de especies marinas que están consideradas en peligro crítico. La norma permite la pesca incidental de tiburones y rayas por parte de algunas comunidades.

En su declaración, la ministra aseguró que los que defendían la prohibición de la pesca eran los “gomelos”.

“No puede pensarse en que es más valioso la vida de los tiburones que de las personas”, afirmó la ministra Mojica.

Familias que se benefician de la pesca de tiburón

Según el gobierno, son alrededor de 60.000 familias las que dependen de esa práctica para poder alimentarse.

“Un decreto odioso, un decreto gomelo, ‘yupi’, dice nuestro presidente Gustavo Petro, de los ‘yupisitos’, de los gomelos como quienes toman estas decisiones dándole no solo la espalda, dando de verdad una muestra clara de lo que es el racismo”, aseguró la ministra.

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Las declaraciones de la ministra fueron duramente criticadas. La senadora Andrea Padilla aseguró: "¿Qué le hace pensar que quienes defendemos a los animales y a la naturaleza, tanto como a las personas, con la convicción de que hay para todos y de que todos merecemos y tenemos derechos, somos “gomelos” o “yuppies”?”.

En noviembre del 2020, el Gobierno del expresidente Iván Duque anunció la prohibición total de la pesca de tiburones en Colombia.

Comercialización de aleta de tiburón

La aleta de tiburón es atractiva comercialmente. Según las autoridades, redes criminales trafican con esta especie para enviarla de manera ilegal a países de Asia en donde una sopa de aleta de tiburón cuesta hasta 100 dólares.

Información de las autoridades reflejó que en Colombia se comercializan de manera ilegal más de 50.000 aletas al año.

Principalmente en Buenaventura se realiza la casa y tráfico de aletas de tiburón, martillo, toro, sedoso y de Galápagos.

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En agosto de 2023, las autoridades capturaron a cinco personas responsables de ese delito en donde se incautó un cargamento de 2,5 toneladas de tiburón provenientes de la isla de Malpelo y que pretendían ser enviado a China.

Ese tipo de especies de tiburón están en peligro crítico de extinción debido a que con el pasar de los años han disminuido su reproducción.

Para obtener sus aletas los cazan, les cortan esa parte del cuerpo mientras están vivos, son arrojados nuevamente al mar en donde mueren desangrados o por asfixia.

Según las investigaciones hechas, a un pescador le pueden pagar hasta $30.000 por una sola aleta de tiburón, misma aleta que es pagada al comercializador colombiano en 50 dólares.

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En Colombia hay tres empresas que están en la mira de las autoridades porque exportan esa parte del cuerpo del tiburón de manera ilegal y se estarían lucrando de cerca de 50.000 aletas vendidas al año en el país.