¿Quiénes son los autores de las recientes masacres en Putumayo?

Puerto Leguízamo es un municipio en el sur del departamento de Putumayo que se extiende desde el piedemonte de la cordillera de Los Andes hasta la llanura amazónica. Estar ubicado en la frontera con Ecuador y Perú le da una gran ventaja para su economía, la misma que aprovechan los grupos armados que se disputan las rentas criminales del narcotráfico y la minería ilegal, así como el control sobre la población.

“En el Putumayo operan dos grupos armados principales. El primero es Comandos de la Frontera que es una mezcla de exguerrilleros, exparamilitares, gente que antes estaba en fuerza pública, crimen organizado que dice ser vinculado con la ‘Segunda Marquetalia’. El otro grupo es el frente Carolina Ramírez que se ha adscrito a lo que llaman hoy en día al Estado Mayor Central. Ese frente ha sido muy debilitado por los comandos”, señaló Kyle Johnson, cofundador de la ONG Conflict and Response.

La estructura Carolina Ramírez tiene como comandante a Yeison Alexis Ojeda, alias Danilo Alvizú, quien hacía parte de las extintas Farc.

Según la Defensoría del Pueblo, este grupo ha reclutado menores de edad indígenas, 18 de los cuales fueron llevados a la fuerza el año pasado y diez en lo que va del 2023. 

Por su parte, el cabecilla del comando de fronteras es Giovany Andrés Rojas, alias Araña. Fue nombrado gestor de paz en 2017 durante el proceso con las extintas Farc, esto le permitió salir con libertad condicionada de la Cárcel de Cómbita, en Boyacá.

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Alias Araña en 2010 fue condenado a 29 años de prisión por los delitos de homicidio y concierto para delinquir agravados; fabricación, tráfico y porte de estupefacientes; y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego.

Ambos tienen azotada a la comunidad en la zona. Contra ellos y sus rentas criminales la fuerza pública lanza continuamente operativos sin precedentes.

Así son las operaciones de la Armada en Putumayo

Desde Puerto Leguízamo las Fuerzas Armadas lanzan operativos contra el narcotráfico. En el más reciente, la Armada Nacional buscaba gigantescos laboratorios que procesan media tonelada de cocaína al mes.

En pirañas artilladas con ametralladoras calibre .50 y con el acompañamiento del helicóptero Bell ARC 221, piloteado por la teniente de navío Elizabeth Santamaría, se planeó parte del acompañamiento a la misión.

La maniobra que incluía destacamentos de operaciones de fuerzas especiales navales y todo el personal que integra el elemento de operaciones fluviales,  buscaba hacerle frente a los hombres de alias Araña.

Una vez en el lugar, las tropas ingresaron sigilosamente a terreno, tomaron posición y quedan a la espera de órdenes, pero la presión hace que esos hombres lleguen hasta la frontera con Perú. Sin embargo, luego de inspeccionar el área no encuentran los cargamentos.

Para evitar que los militares colombianos la encuentren, los hombres de alias Araña pasaron la droga del lado peruano, lo que confirma que las disidencias delinquen del otro lado de la frontera.

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“En donde finalmente este material a través ya sea de pistas clandestinas o a través de vías internas en Perú o Brasil buscan mercados ilícitos internacionales”, explicó el contraalmirante Orlando Cubillos, comandante de la Fuerza Naval de la Amazonía.

Incautan cuatro toneladas de droga en zona fronteriza de Putumayo

La estrategia criminal no detiene las operaciones, así lo confirmó otro golpe contra dos grandes complejos para la producción de clorhidrato de cocaína en la provincia de Loreto, fronteriza con el río Putumayo del lado peruano. El éxito de esta operación se dio gracias a la cooperación entre los dos países y la información de inteligencia entregada por los militares colombianos. 

“Los laboratorios clandestinos son destruidos, pero por lo general no tenemos detenidos en esas circunstancias puesto al llegar la fuerza del orden abandonan de inmediato la zona y se pierden en la selva”, indicó el coronel Jorge Arista, agregado policial de Perú en Colombia.

Son halladas seis infraestructuras ilegales para el procesamiento de pasta de base de coca en cinco zonas campamentarias. Asimismo, 91 toneladas de insumos sólidos y armas de distintos calibres y munición.

En este 2023 la Armada ha incautado en todo el país cerca de 310 toneladas de cocaína.