El ‘Arriero’ Herrera fue agredido por hinchas del Unión Magdalena: en fotos

La fecha 17 de la Liga colombiana se vio empañada por un lamentable episodio de violencia en el estadio Sierra Nevada de Santa Marta, donde decenas de hinchas del Unión Magdalena invadieron el campo de juego tras el mal desempeño de su equipo frente al Once Caldas. La situación terminó con agresiones físicas, entre ellas, una al director técnico del conjunto visitante, Hernán Darío el ‘Arriero’ Herrera.

El equipo samario, que no conoce la victoria en lo que va del semestre —acumula 17 fechas sin ganar—, permitió el ingreso gratuito de aficionados con la intención de llenar las tribunas y motivar a sus jugadores. Sin embargo, el efecto fue contrario.

Con las gradas repletas y el marcador en contra, parte de la hinchada perdió el control y se lanzó al terreno de juego, provocando caos y pánico entre jugadores, cuerpo técnico y personal logístico.

El 'Arriero' Herrera, víctima de una agresión en plena cancha

Durante el descontrol, varios hinchas llegaron hasta la zona de los banquillos, donde se encontraba el técnico del Once Caldas. Según informó el club blanco de Manizales, Hernán Darío Herrera fue agredido en una de sus piernas, aparentemente con una botella, lo que le causó una lesión que obligó al cuerpo médico a intervenir en el vestuario del estadio.

Aunque la Dimayor no ha emitido un comunicado oficial sobre las sanciones que podrían recaer sobre el club local, el hecho ya ha generado un fuerte rechazo en redes sociales y entre diferentes sectores del fútbol profesional colombiano. Once Caldas, por su parte, solicitó garantías para sus delegaciones en futuras visitas y condenó los actos violentos que pusieron en riesgo la integridad de sus miembros.

Unión Magdalena, en crisis dentro y fuera del campo

La situación del Unión Magdalena es crítica. No solo ocupa los últimos lugares de la tabla, sino que ahora enfrenta posibles sanciones disciplinarias y económicas por los incidentes protagonizados por sus aficionados.

La frustración por la falta de resultados parece haberse desbordado, pero nada justifica la violencia que se vivió en Santa Marta. El fútbol colombiano, nuevamente, queda manchado por la intolerancia de algunos hinchas que olvidan que este deporte debe vivirse en paz.