¿Cada cuánto debe revisar y cambiar las pastillas de freno de su vehículo?
Las fallas en los frenos han causado más de 3.000 siniestros en Colombia en cinco años, según el Observatorio de Seguridad Vial.
Noticias RCN
06:11 p. m.
El sistema de frenos es uno de los componentes más determinantes para la seguridad y el rendimiento de un vehículo. Su funcionamiento adecuado influye directamente en la capacidad de respuesta y control durante la conducción, por lo que realizar mantenimientos preventivos y seguir los intervalos recomendados por el fabricante es clave para garantizar trayectos más seguros.
¿Cuándo revisar y cambiar las pastillas?
De acuerdo con el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, unos frenos en óptimas condiciones mejoran la estabilidad del automotor, optimizan las maniobras de detención y aumentan la confianza del conductor.
Carlos Guarín, CEO de Servicio Inglés —empresa especializada en repuestos y mantenimiento de vehículos de alta gama como Land Rover, Jaguar, Mercedes-Benz, BMW y Audi— explica que la frecuencia de revisión depende del tipo de vehículo y de sus condiciones de uso. En autos de lujo, los frenos trabajan bajo mayor exigencia por motores más potentes y un peso superior.
Guarín señala que estos vehículos deben revisar el sistema cada 10.000 a 15.000 kilómetros o al menos una vez al año, reemplazar las pastillas entre 25.000 y 30.000 kilómetros y cambiar el líquido de frenos cada dos años. El desgaste puede acelerarse por conducción en ciudad con tráfico intenso, vías de montaña o manejo deportivo.
También advierte acudir al taller ante señales como chirridos metálicos, vibración al frenar, pedal esponjoso, mayor distancia de frenado o testigos encendidos. Estos síntomas pueden indicar desgaste de pastillas, problemas en los discos, el líquido de frenos o los sensores del sistema, lo que aumenta el riesgo de accidentalidad y puede generar reparaciones costosas.
Guarin enfatiza que el uso de pastillas originales o equivalentes premium en materiales cerámicos o semimetálicos garantiza frenadas más estables, menor desgaste de discos y una conducción más segura y silenciosa. Las piezas genéricas, por el contrario, suelen no cumplir las especificaciones del fabricante y pueden comprometer la seguridad.
En vehículos convencionales el desgaste suele ser más lento porque los sistemas trabajan bajo menor esfuerzo, aunque son menos sofisticados. En todo caso, la recomendación principal es seguir las indicaciones del fabricante, donde se establecen los intervalos de revisión y sustitución adecuados para cada modelo.