De la administración de edificios en Bogotá a liderar $200 millones en activos de EE. UU.: La transformación de la inversión inmobiliaria colombiana
Así fue el importante crecimiento de esta empresa.
Noticias RCN
04:00 p. m.
En poco más de una década, HSG Synergy pasó de administrar edificios residenciales en Bogotá a convertirse en el operador integral de un portafolio de 500 inmuebles valorados en USD 200 millones en Estados Unidos, exportando desde Colombia servicios de administración, mantenimiento, proyectos y analítica para constructoras y fondos de inversión.
En 2014, esta firma llevaba las cuentas, las asambleas y el día a día de algunos edificios residenciales en Bogotá. Una década después, esa misma compañía coordina, desde Colombia, la operación de decenas de comunidades y proyectos en el país y de un portafolio de más de 500 inmuebles valorados en USD 200 millones en Estados Unidos, trabajando de la mano con constructoras y fondos de inversión.
Lo que cambió en el camino no fue solo el tamaño del portafolio, sino el modelo.
Hoy la organización no se define como una administración tradicional, sino como un operador integral de activos inmobiliarios: una firma que toma responsabilidad sobre la operación completa de los activos, desde la experiencia del residente hasta los indicadores que mira el inversionista.
¿Cómo logró el éxito esta empresa?
A diferencia de una administración tradicional, la compañía opera como un solo sistema integrado que combina asset , property management, facility management y analítica avanzada, aplicado a segmentos específicos: propiedad horizontal y proyectos provisionales en Colombia, y portafolios multifamily y single-family rentals (SFR) en Estados Unidos.
Esta integración se apoya en procesos estandarizados, una plataforma tecnológica interna desarrollada por HSG que da trazabilidad a la operación y equipos especializados por tipo de activo y país, capaces de ejecutar y leer los mismos indicadores en dos mercados al tiempo.
En Colombia, la compañía administra comunidades residenciales y proyectos de gran escala, opera activos corporativos y parques empresariales, y coordina obras y sistemas de seguridad electrónica por miles de millones de pesos al año. Su especialización en etapas provisionales de constructoras la pone en el centro de uno de los momentos más sensibles del negocio inmobiliario: la entrega de los inmuebles y los primeros años de vida del proyecto, cuando cualquier error puede afectar la reputación de la marca y la recomendación de los compradores.
Ahí, la firma estandariza la operación: define rutinas, establece KPIs, coordina equipos en campo y concentra la relación con residentes y juntas. Todo se mide: tiempos de respuesta a quejas, temas recurrentes, puntos críticos del proyecto y oportunidades de mejora que se comparten con las áreas técnicas y comerciales de las constructoras antes de que se conviertan en crisis visibles.
El segundo frente de especialización está en el segmento institucional. La entrada a Estados Unidos llegó con un fondo de capital privado que confió a un actor clave del sector la operación de un portafolio de 500 unidades multifamily y SFR. Desde Colombia, equipos dedicados se encargan de la coordinación de mantenimiento, la supervisión de trabajos, el seguimiento de ocupación y la consolidación de información para los comités de inversión. Es una operación offshore en la que el talento colombiano se hace cargo del “backstage” de los activos con estándares de reporte y disciplina similares a los de un asset manager.
La base tecnológica es una plataforma interna desarrollada por HSG que conecta procesos y datos. A través de ella, constructoras y fondos pueden ver en un solo panel el estado operativo de sus activos: tickets de mantenimiento abiertos y cerrados, avances de obra, indicadores de servicio, costos y hallazgos críticos en tiempo real. La herramienta no es un simple repositorio, sino el lugar donde se ejecuta la rutina diaria: lo que no está dentro del flujo, no existe.
Detrás de esa plataforma hay más de 120 personas entre Colombia y Estados Unidos. Analistas de campo, equipos de operación, células de procesos y datos, y perfiles que entienden tanto la realidad de las copropiedades como el lenguaje de los inversionistas. La compañía invierte en formarlos en el uso de herramientas digitales, lectura de KPIs y gestión de presupuestos, de manera que la operación no dependa de héroes individuales, sino de un sistema que puede escalar a nuevos activos y mercados.