¿Entregar Monómeros a Maduro?: un viaje en el tiempo por una empresa clave para Colombia

Dentro del mundo empresarial y las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela, la compañía agroindustrial Monómeros SA. tiene una importancia clave. Algunos expertos aseguran que es tan vital que de ella depende la seguridad alimentaria de nuestro país. ¿Qué pasará con ella con el restablecimiento de las conversaciones bilaterales?

La respuesta llegó muy rápido, a pocos días después de que el presidente Gustavo Petro se posesionara, se conoció que el gobierno de Colombia se plantea la posibilidad de devolverle la administración de la empresa colombo-venezolana a Nicolás Maduro, compañía que actualmente se establece en Barranquilla.

“El superintendente de Sociedades, Billy Escobar, nos ha ayudado mucho, no solamente con levantar la intervención, si no también buscar el buen suceso de las cosas, pues hay que hacer el cambio de Junta con base a que Colombia ya reconoció el Gobierno venezolano", dijo Armando Benedetti, embajador de Colombia en Venezuela, en el marco del evento sobre el Acuerdo de la Frontera.

¿De qué se trataría el acuerdo?

Hay que comenzar por los números para entender la importancia de Monómeros. En el 2021, esta empresa dedicada a la producción de agroinsumos y fertilizantes llegó a más de 800.000 agroproductores en las diferentes zonas de Colombia, logrando movilizar 3.946 toneladas de fertilizantes, una cifra que mostró un incremento del 493% con respecto al año 2020.

En ese sentido, lo que se plantea en este posible cambio de administración, que no sería a un corto tiempo, sino que llevaría varios meses, es que una vez Venezuela tome el control de la compañía, este país se comprometería a un descuento de 38% de la úrea y entre 20 % y 25 % de los fertilizantes.

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Polémica

La polémica por Monómeros se revivió poco después de la posesión del presidente Gustavo Petro, y tras salir a la luz pública la radicación de un supuesto trámite administrativo que se llevó a cabo el pasado 8 de agosto en la Cámara de Comercio de Barranquilla, liderado por varios accionistas ligados a Nicolás Maduro y que, según Zona Cero, medio que publicó la noticia, el acta constataba el nombramiento de un nuevo gerente y miembros de la junta directiva cercanos al chavismo.

Al respecto, la empresa se pronunció por medio de sus redes sociales y aseguró que el acta en cuestión fue objeto de oposición por parte de Monómeros, debido a que no provenía de la Asamblea General de Accionistas de la compañía. Además, afirmó que hasta ese momento no se habían realizado cambios en su composición accionaria y continuaba operando regularmente.

Entre tanto, el contralor del gobierno de Nicolás Maduro, Elvis Amoroso celebró este martes la devolución de la empresa a su país, y como respuesta a la junta administrativa de Monómeros anunció que tomaría cartas en el asunto y sus integrantes podrían enfrentarse a sanciones.

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“Amoroso, tras celebrar este martes la acción del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien a través de la Superintendencia de Sociedades de ese país devolvió el control de la petroquímica Monómeros de Venezuela, al Gobierno Bolivariano que preside Nicolás Maduro Moros. Amoroso explicó que se prevén inhabilitaciones, medidas de prohibición de salida del país y prohibición para enajenar o movilizar cuentas bancarias en Venezuela para los que integraron esa junta directiva. Sostuvo que la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal consagra la sanción de inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas a todo aquel funcionario o particular que haya sido declarado responsable hechos de corrupción, cuando la gravedad de la irregularidad y el daño que se ha causado al patrimonio público lo amerite”, afirmó el gobierno en la página oficial de la Contraloría de Venezuela.

Vigilancia de la SIC y Guaidó

Con las relaciones entre Iván Duque y Nicolás Maduro rotas (2019), el presidente de Colombia en ese entonces decidió dar el control a Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela, quien nombró una junta directiva ad hoc encabezada por funcionarios de los partidos Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática, el llamado G4 de la oposición venezolana.

Pero su manejo pese a culminar con buenos números, no fue el mejor.

El año pasado se arrojaron números favorables para la empresa, pero no por esto tuvo que ser vigilada por la Superintendencia de Sociedades, quien aseguró en su momento que Monómeros “atraviesa por una situación económica crítica, derivada de limitaciones impuestas por el sistema financiero a raíz de haber estado en la lista del Oficina de Control de Bienes Extranjeros, de Estados Unidos, (OFAC), un organismo de Estados Unidos, que administra y hace cumplir las sanciones económicas y comerciales de ese país en política exterior”.

El informe de la Supersociedades era claro y de números rojos. Las cuentas por pagar y cobrar no se habían disminuido y la deuda, a mayo del año pasado era de 130.000 millones. Se recurrió a Citibank para gestionar una operación cambiaria de la empresa y tener un apoyo financiero, pero esta entidad bancaria se negó por problemas de gobierno corporativo.

Es más, Luis Fernando Velasco, encargado del proceso de empalme entre los gobiernos de Duque y Petro, le hizo una feroz crítica por esa época. “Monómeros en manos de Guaidó fue un desastre, se desapareció. Miren lo que está pasando, pregúnteles a nuestros campesinos, pregúnteles a nuestros agricultores. No se está produciendo y estamos comprando a tres veces lo que se compraban los insumos. En eso somos muy institucionales y claro que tenemos una gran preocupación y es que no podemos seguir conversando con fantasmas que no existen”.

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De momento, Benedetti afirmó que se adelantan las conversaciones con la OFAC para que Monómeros no esté en la lista de empresas venezolanas sancionadas nuevamente.