Histórica pastelería en Colombia busca salvarse de la quiebra y entró en proceso de reorganización
La Supersociedades autorizó el proceso de esta reconocida marca que lleva más de 70 años.

Noticias RCN
08:56 p. m.
La Pastelería Santa Elena, reconocida en Colombia como un referente de la tradición repostera, ha anunciado su ingreso al proceso de reorganización empresarial, amparándose en la Ley 1116 de 2006. Esta noticia ha generado sorpresa y preocupación en sus miles de consumidores.
La Superintendencia de Sociedades admitió el proceso de reorganización empresarial de este establecimiento que cuenta con más de 70 años de experiencia en el sector gastronómico.
Fundada en 1952 por Elena Arango de Mejía, la Pastelería Santa Elena se ha caracterizado por sus recetas artesanales y la calidad de sus productos. Desde sus inicios, se ha convertido en un lugar emblemático para los colombianos, quienes disfrutan de sus tortas, postres y productos de panadería.
Las razones de la crisis de la pastelería
De acuerdo a lo conocido, en los últimos años, la Pastelería Santa Elena ha enfrentado dificultades económicas, especialmente tras la pandemia de COVID-19 y la inflación. La empresa ha visto una disminución en sus ventas y un aumento en los costos de producción, lo que ha afectado su rentabilidad.
Ante esta situación, la administración de la pastelería ha tomado la decisión de acogerse a la Ley de Insolvencia, buscando renegociar sus deudas y reestructurar su negocio. El objetivo principal es preservar la empresa y mantener los empleos de sus colaboradores.
“En los años 2023 y 2024 las ventas han decrecido, agravado porque en el año pasado se aumentaron los costos de producción, especialmente desde la entrada en vigencia del impuesto a los comestibles ultraprocesados industrialmente – ICUI”, dijo la Supersociedades.
¿Qué significa un proceso de reorganización?
En Colombia, un proceso de reorganización empresarial es un mecanismo legal establecido en la Ley 1116 de 2006, cuyo objetivo principal es preservar empresas viables que se encuentran en dificultades financieras.
Este proceso busca evitar la liquidación de la empresa y, en cambio, permitirle reestructurar sus deudas y operaciones para superar su crisis y continuar funcionando.
Una empresa puede acogerse a la Ley de Insolvencia cuando se encuentra en una situación de cesación de pagos, es decir, cuando no puede cumplir con sus obligaciones financieras de manera regular.
Esto puede ocurrir por diversas razones, como una disminución en las ventas, un aumento en los costos, una crisis económica, entre otros.