Aeropuertos en Estados Unidos tendrían nueva medida sobre la restricción de líquidos en el equipaje de mano
Podría estar cerca de cambiar una de las normas más emblemáticas de la seguridad aeroportuaria.
Noticias RCN
09:41 p. m.
Casi dos décadas después de la implementación de una de las normativas de seguridad más reconocibles y a veces exasperantes en la aviación, las autoridades de transporte aéreo a nivel global están evaluando una posible modificación a la regla que restringe el tamaño de los líquidos permitidos en el equipaje de mano.
La conocida regla "3-1-1" —que limita los líquidos a envases de 100 mililitros (3.4 onzas) o menos, contenidos en una bolsa transparente de un cuarto de galón, con un límite de una bolsa por pasajero— podría estar acercándose a su fecha de caducidad, gracias a los avances tecnológicos en los sistemas de detección de explosivos y una creciente presión de la industria aérea y los viajeros.
La principal razón detrás de esta posible flexibilización es la implementación generalizada de escáneres de tomografía computarizada (TC) de última generación en los puntos de control de seguridad. Estos dispositivos, similares a los utilizados en entornos médicos, crean imágenes 3D de alta resolución del contenido del equipaje de mano, permitiendo a los agentes de la TSA inspeccionar los artículos desde todos los ángulos y detectar con mayor precisión sustancias peligrosas sin necesidad de que los pasajeros retiren líquidos o computadoras portátiles.
Varios aeropuertos importantes de EE. UU., incluidos el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta, el Aeropuerto Internacional O'Hare de Chicago y el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, ya han instalado o están en proceso de instalar estos escáneres.
La TSA ha estado probando estos sistemas durante años, y los resultados preliminares son prometedores. Se espera que la expansión de esta tecnología a nivel nacional sea un factor clave para la modificación de las regulaciones.
La potencial eliminación o flexibilización de la regla del 3-1-1 sería un alivio significativo para millones de viajeros. La restricción actual ha sido una fuente constante de frustración, llevando a los pasajeros a desechar artículos caros, como perfumes, lociones o bebidas, antes de pasar por seguridad. También ha complicado la planificación de viajes, obligando a muchos a facturar equipaje para transportar líquidos de mayor volumen, lo que a menudo implica costos adicionales y la posibilidad de pérdida de equipaje.
Si se permite llevar más líquidos, los viajeros podrían llevar consigo botellas de agua más grandes, productos de higiene personal de tamaño completo e incluso alimentos líquidos como yogures o sopas, haciendo sus viajes más cómodos y económicos.
Además de los beneficios para los pasajeros, la flexibilización de las restricciones de líquidos podría agilizar el proceso de control de seguridad. Al eliminar la necesidad de que los viajeros saquen y vuelvan a guardar sus líquidos y dispositivos electrónicos, el flujo de personas a través de los puntos de control podría ser más eficiente, reduciendo los tiempos de espera y mejorando la experiencia general en el aeropuerto.
Esto sería especialmente beneficioso en aeropuertos con alto volumen de pasajeros, donde las filas pueden ser extremadamente largas durante las horas pico.
¿Desde cuándo entraría en acción esta norma?
Aunque aún no se ha anunciado una fecha específica para la implementación de estos cambios, la dirección parece clara. La inversión en tecnología de escaneo avanzada es un indicio de que la TSA está explorando activamente formas de modernizar sus procedimientos de seguridad sin comprometer la vigilancia.
Los informes sugieren que se están llevando a cabo discusiones a nivel federal para determinar el alcance exacto de la nueva política y cuándo podría entrar en vigor. Mientras tanto, los viajeros deben seguir adhiriéndose a las reglas actuales hasta que se haga un anuncio oficial.
La perspectiva de un futuro donde los líquidos en el equipaje de mano sean menos restrictivos es, sin duda, una noticia bienvenida para el público viajero.

