Por una foto cayó presunto asesino de la mafia italiana que se escondía bajo la fachada de un pizzero
A principios de la década de los 90, este hombre, que hoy tiene 63 años, era buscado por el asesinato de dos hermanos durante una guerra de la mafia en Cosenza.
Imagen de referencia - Foto: Freepik Edgardo Greco es el nombre de un asesino perteneciente a la mafia italiana que estaba fugado desde el 2006. Sus delitos se remontan a la década de 1990 como miembro de una mafia de crimen organizado llamada ‘Ndrangheta’, que se originó en la región de Calabria, en Italia.
La poderosa organización tiene tentáculos en Europa y América del sur. Un entramado de crímenes la caracteriza, muchos de ellos cometidos por Greco.
A principios de la década de los 90, este hombre, que hoy tiene 63 años, era buscado por el asesinato de dos hermanos durante una guerra de la mafia en Cosenza. La muerte fue, al parecer, provocada por golpes. Los cuerpos nunca fueron encontrados y la hipótesis es que fueron disueltos en ácido.
Lea, además: Globo espía chino en EE. U.U.: ¿qué es y por qué genera alerta en el país?
Más tarde también fue señalado por el asesinato de otra persona en la misma región. Un juez ordenó su captura, pero este logró escapar y ocho años después se instaló en Francia, en Saint-Étienne, al suroeste de Lyon. Allí comenzó a esconderse bajo la fachada de una vida tradicional, la de un pizzero en un restaurante italiano.
Adquirió una nueva identidad y se convirtió en Paolo Dimitrio. Pero en Italia Edgardo Greco fue condenado a cadena perpetua y tenía orden de arresto en Europa.
La foto que lo llevó a la cárcel
En julio de 2021, este hombre pensó que su historial criminal había sido olvidado. Al parecer, se tomó bastante en serio su profesión como cocinero de pizzas y fue precisamente esto lo que lo llevó a caer.
Le puede interesar: “Soy una periodista afgana amenazada de muerte y pido ayuda en Colombia”
En un artículo de un periódico local, Greco apareció haciendo publicidad de sus habilidades como cocinero en el restaurante para el que trabajaba. Aunque su aspecto físico era distinto, la barba y los lentes no fueron suficiente para evitar su captura. Las autoridades italianas lo identificaron y dieron con su paradero.