Así se ve la pobreza en el multimillonario Catar

En el marco del Mundial Catar 2022, varios aspectos culturales, sociales y políticos se han dado a conocer del país anfitrión. Mucho se habla de la riqueza del país árabe, pero poco de la pequeña parte de la población que es pobre.

Esto se debe a que no es fácil hablar de este tema por el control que ejercen las autoridades y las estadísticas oficiales que indican que se eliminó virtualmente la pobreza; sin embargo, la realidad es otra.

Parte de la población que experimenta la pobreza en Catar es extranjera. Viven en barrios aislados, con poca comunicación y lejos de las zonas turísticas. Estas personas por lo general ingresaron al país como mano de obra para construcciones.

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"Muchos de los que vienen de países como India, Nepal, Bangladesh o Pakistán no tienen cualificación y apenas hablan inglés. Aunque aquí tienen mejores estándares de vida que en sus países de origen, una parte importante vive con lo justo, bajo salario mínimo y compartiendo una habitación de seis para mandar dinero a sus países", contó un conductor de taxi pakistaní a la BBC.

De acuerdo con Human Rights Watch, HRW, los trabajadores en Catar dependen de sus empleadores para poder obtener una residencia u otros empleos, es decir, los jefes son quienes solicitan, renuevan o cancelan los permisos para vivir y trabajar. "Los trabajadores pueden quedarse sin documentos por causas ajenas a ellos cuando los empleadores no cumplen con dichos procesos, y son ellos, no sus empleadores, quienes sufren las consecuencias", dice un informe de la entidad realizado en 2020.

En 2021, HRW también denunció que los trabajadores foráneos tienen que soportar deducciones salariares, punitivas e ilegales, con meses de trabajo sin paga y largas jornadas de trabajo.

Una muestra de ello está relacionada con los siete estadios, el aeropuerto, el metro y los alojamientos que se construyeron para realizar la Copa del Mundo. Según el Gobierno catarí, para estas obras fueron contratados 30.000 trabajadores, en su mayoría provenientes de otros países como Bangladesh, India, Nepal y Filipinas.

El número de trabajadores que murieron durante las construcciones aún no ha sido aclarado. De acuerdo con información de embajadas en Qatar, el periódico The Guardian afirmó que fueron 6.500, pero el país niega estas cifras y dice que son engañosas e imprecisas.

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