Condenan a colombiano que asesinó brutalmente a una pareja de hombres en Inglaterra
Yostin Andrés Mosquera asesinó a Paul Longworth y Albert Alfonso, una pareja que vivía en Londres.
Noticias RCN
10:29 a. m.
Un colombiano fue condenado a cadena perpetua en Inglaterra por asesinar y descuartizar a una pareja de hombres para quedarse con una propiedad y dinero.
Este hombre de 35 años, identificado como Yostin Andrés Mosquera, fue declarado culpable por un jurado del Tribunal de la Corona de Woolwich. Las víctimas fueron Paul Longworth y Albert Alfonso, quienes tenían 71 y 62 años respectivamente para cuando ocurrió el crimen.
“Uno de los asesinatos más desgarradores”
El hecho se presentó el 8 de julio de 2024 al interior del apartamento de la pareja en Shepherd’s Bush. “Paul y Albert fueron asesinados de la manera más brutal y despiadada en su propia casa”, declaró el inspector Ollie Stride, adscrito al Comando de Delitos Especializados de la Met.
Stride calificó este doble homicidio como el caso más desgarrador que su equipo haya tenido que investigar: “Ha sido compleja y hemos trabajado incansablemente para constituir un catálogo de pruebas que garantizara que llevamos a Mosquera ante la justicia”.
Para dejar al colombiano tras las rejas, se necesitaron observar cientos de horas de contenido audiovisual, incluyendo material perturbador y explícito.
¿Cómo y cuándo ocurrió el crimen?
La pareja se conocía desde hace años y mantenía una relación que calificaron como amorosa. En un acto de buena fe, Longworth y Alfonso recibieron a Mosquera. El colombiano tuvo relaciones sexuales con el segundo, quien tenía una relación de unión libre con el primero.
El caso comenzó a conocerse cuando el colombiano reservó una camioneta y dos días después de cometido el doble homicidio, viajó en ese vehículo con las maletas en las que guardó los cadáveres.
Mosquera llegó hasta Mall Pub, cerca al puente colgante de Clifton en Bristol. Los vecinos del sector se alarmaron al ver que de las maletas salía un líquido rojo, correspondiente a la sangre. Aunque el colombiano les dijo que era petróleo.
La situación siguió siendo tensa cuando una persona decidió grabar. El colombiano actuó agresivo e intentó quitarle el celular. Acto seguido, huyó y al poco tiempo, la Policía encontró los cuerpos.
Cuando allanaron su vivienda, los investigadores encontraron las cabezas de las víctimas almacenadas en un congelador, así como el arma que usó (un martillo). Tras el asesinato, intentó varias veces acceder a las cuentas bancarias y transferirse dinero.

