Erupción de volcán en Rusia: las impresionantes imágenes que dejó la gigantesca nube de ceniza

Una columna de ceniza de 10 kilómetros de altura cubrió este marte 11 de abril a la península de Kamchatka, en el Lejano Oriente ruso. Las poblaciones fueron testigos de la erupción del volcán Shivéluch, que generó una parálisis completa en el tráfico aéreo y el tránsito de vehículos y personas de las comunidades aledañas. 

Por lo que el equipo de respuesta a erupciones volcánicas emitió un código rojo de aviación por la dispersión de la ceniza y la falta de visibilidad en el norte y suroeste de la península. A través de varios videos se pudo evidenciar cómo el paisaje quedó totalmente cubierto por una estela gris y espesa.

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"La recomendación básica es hacer caso a las normas de seguridad y en la medida de lo posible quedarse en casa. Estamos a la espera de las previsiones de los vulcanólogos que siguen la evolución visual de la erupción", señaló Vladímir Solodov, gobernador de Kamchatka. 

De esa manera se conoció sobre la erupción del volcán Shivéluch que, según el reporte del Servicio Geofísico de la Academia de Ciencias de Rusia, hizo erupción hacia las 12:54 a.m. GMT del 10 de abril. Además, durante la primera fase de expulsión de ceniza la estela alcanzó los 20 kilómetros de altura.  

La erupción habría estado acompañada por truenos a causa de la tensión electrostática en la nube de cenizas. En el área de incidencia se vieron fuertes nevadas y ventiscas que imposibilitaron el avance en la investigación y reporte por parte de las entidades del Servicio Geológico de Rusia.

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¿Qué acciones tomaron para evitar accidentes? 

Después de que se emitiera la circular roja de aviación, las autoridades locales instaron a la población a que permanecieran dentro de sus hogares, cancelaron las clases escolares y se restringió completamente el paso en las autopistas aledañas. 

Las estimaciones apuntan a que este volcán que despertó tiene entre 6.000 y 7.000 años y fue durante las últimas semanas que dio los signos de erupción. Aunque un factor positivo es que no se ha reportado, hasta el momento, la muerte de alguna persona por su erupción. 

En total, unas 11.000 personas viven alrededor del volcán y tendrían casas en la zona de incidencia, esto de acuerdo con el programa de vulcanismo global del Instituto Smithsoniano.