Jair Bolsonaro cancela toda su agenda de julio por problemas de salud gastrointestinal
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro suspendió sus actividades tras ser diagnosticado con esofagitis y gastritis severa.

AFP
02:55 p. m.
El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, canceló todos sus compromisos de julio por nuevos problemas de salud derivados de la puñalada que recibió en 2018. El líder ultraderechista, de 70 años, fue hospitalizado esta semana por síntomas persistentes como hipo y vómitos que, según él mismo, le impiden incluso hablar.
Bolsonaro fue sometido a exámenes médicos en Brasilia que detectaron una inflamación severa en el esófago y una gastritis moderada, por lo que su equipo médico ordenó reposo domiciliario durante todo el mes para asegurar una recuperación completa, interrumpiendo así sus actividades públicas y políticas.
Jair Bolsonaro fue hospitalizado por esofagitis y gastritis
Pese a las recomendaciones médicas anteriores, Bolsonaro había participado en eventos multitudinarios, el último había ocurrido el domingo en São Paulo. Días antes, ya había sentido malestares en su paso por el estado de Goiás, donde interrumpió sus compromisos políticos para regresar a su residencia en Brasilia.
El martes 2 de junio también canceló una reunión con su partido Liberal y postergó visitas previstas en Santa Catarina y Rondonia. Su esposa, Michelle Bolsonaro, expresó su apoyo en redes sociales: “Tengo fe en que Dios lo ayudará, y muy pronto estará al 100% para retomar sus agendas de trabajo”.
"Las crisis de hipo y vómitos se han vuelto constantes, lo que me impide incluso hablar", dijo Bolsonaro a través de un comunicado que fue publicado por su hijo, el senador Flavio Bolsonaro, en su cuenta de X.
La salud de Bolsonaro se ha visto comprometida en medio del juicio por intento de golpe de Estado en Brasil
Mientras el exmandatario se recupera, continúa siendo investigado por el Supremo Tribunal Federal por presuntamente liderar un intento de golpe de Estado tras su derrota ante Lula da Silva. El juicio podría derivar en una condena de hasta 40 años de prisión.
Aunque niega haber participado en una conspiración, admitió haber considerado “dispositivos constitucionales” para cuestionar el resultado electoral. Pese a estar inhabilitado políticamente hasta 2030, Bolsonaro se sigue mostrando como una figura clave para la derecha brasileña, aunque el domingo aseguró que no “necesitaba ser el presidente”.
"No estoy obsesionado por el poder, estoy enamorado de mi patria (...) No necesito ser el presidente", agregó Bolsonaro, quien fue presidente de 2003 a 2010 y se muestra firme en la carrera por la reelección de su país como máximo gobernante.