Policía utilizó a escondidas a cuatro presos para que le sirvieran de meseros en su boda
Los reclusos caminaron sin escolta y regresaron solos a su celda.
Noticias RCN
05:55 p. m.
Una boda en apariencia normal se convirtió en un escándalo en la provincia de La Pampa, Argentina, luego de que un inspector de Policía decidiera usar a cuatro presos bajo su custodia como si fueran empleados personales.
El oficial fue condenado este lunes 28 de julio por abuso de autoridad contra el uniformado.
Policía utilizó a escondidas a cuatro presos para que le sirvieran de meseros en su boda
El caso, que ocurrió en el pueblo de Lonquimay, a unos 600 kilómetros al oeste de Buenos Aires, dejó al descubierto el abuso de poder por parte de un oficial que debía garantizar la seguridad y la custodia de los detenidos.
El inspector Cristian Martín Galván, encargado de la comisaría local, organizó su boda en un salón ubicado a tan solo una cuadra del lugar donde se encontraban los reclusos.
Lejos de cumplir con su responsabilidad, decidió trasladar sin ningún tipo de escolta ni autorización legal a cuatro presos para que se encargaran de todo el servicio de la celebración: desde cocinar hasta atender a los invitados y encargarse de la limpieza del recinto.
¿Cómo fueron llevados los presos a la boda?
Los presos caminaron libremente los cien metros que separaban la comisaría del salón de eventos, y lo hicieron en varias ocasiones durante la jornada. No hubo vigilancia, ni personal custodiando los movimientos.
Tras limpiar el lugar de la fiesta, los presos regresaron solos a su sitio de reclusión, como si se tratara de una salida normal. A pesar de la exposición y el riesgo, ninguno intentó escapar.
Condenan a policía que usó a presos para su boda
El policía fue procesado y recibió una condena de un año y tres meses de prisión en suspenso, es decir, en libertad condicional, por el delito de abuso de autoridad.
Su defensa intentó argumentar que el policía estaba de licencia por matrimonio y que no tenía control sobre los detenidos ese día, pero el juez desestimó completamente esa versión.
Durante el juicio, también se conocieron otros pedidos personales que el inspector hacía a los reclusos. Uno de ellos, que estudiaba veterinaria, relató que el mismo oficial le pedía que atendiera a sus animales:
me mandaba a mirar a su perro y a su caballo.


