Así fue la corta vida de Carlo Acutis, el primer santo influencer: su causa de muerte
El papa León XIV canonizó este 7 de septiembre a un adolescente de 15 años que murió en 2006 y era considerado como el ‘ciberapóstol’.
Noticias RCN
01:07 p. m.
Un adolescente que murió de leucemia en 2006 se convirtió este domingo 7 de septiembre como el primer santo católico de la generación millennial, en una ceremonia en el Vaticano presidida por el papa León XIV y a la que asistieron unos 70.000 jóvenes fieles de decenas de países.
Carlo Acutis, es un italiano nacido en Reino Unido que murió a los 15 años. Aprendió informática para crear páginas web y difundir su fe.
Su historia ha llamado mucho la atención de la juventud católica, y ahora está al mismo nivel que la Madre Teresa y Francisco de Asís.
La vida de Carlo Acutis, el santo influencer
Fue criado en una familia tradicional pero no practicante. A los siete años, Carlo manifestó su deseo de recibir la comunión.
Desde temprana edad tuvo una devoción por la eucaristía y por la virgen María, a quien luego definió como la única mujer de su vida.
Fue un aficionado programador que documentó milagros eucarísticos y apariciones marianas aprobadas en todo el mundo.
¿De qué murió Carlo Acutis, el santo milenial?
A inicios de octubre de 2006 fue diagnosticado con leucemia tipo M3 y el 12 de ese mismo mes falleció, cuando tenía apenas 15 años.
En 2020 en Asís, fue beatificado y en noviembre de 2024, el entonces papa Francisco anunció la canonización del adolescente.
El Vaticano le atribuyó dos milagros:
- La curación de un niño brasileño con una rara malformación del páncreas
- El de una estudiante costarricense gravemente herida en un accidente
Mientras Acutis avanzaba en el camino oficial de la Iglesia hacia la santidad, su cuerpo fue trasladado a una iglesia de la ciudad de Asís, de donde era originario San Francisco, de acuerdo con los últimos deseos del joven.
El lugar de descanso final del nuevo santo, donde Acutis está enterrado con un molde de cera de su imagen colocado sobre su cuerpo, vestido con chándal, vaqueros y zapatillas deportivas, se ha convertido en un lugar de devoción popular, que atrae a miles de fieles cada día.


