La ruta de los ventiladores: el paso a paso para su llegada a Colombia

Desde que inició la pandemia, los países se han disputado un mercado que pocos conocían: los soportes ventilatorios, pero ¿cómo se adquieren y cómo es la ruta una vez se compran? Un ventilador en promedio tarda 72 días desde el momento en el que se ordena su compra hasta que entra en funcionamiento. Estos tiempos prolongados juegan en contra de la situación que atraviesan los pacientes más críticos.

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Para Colombia, como para la mayoría de países del mundo, el criterio de compra de los ventiladores para unidades de cuidados intensivos en medio de la pandemia del covid-19 no depende del precio, ni de la marca, sino de la disponibilidad.

Es por esto que luego de una intensa puja internacional, solo Estados Unidos, China y Corea han vendido a Colombia respiradores artificiales para ayudar a los pacientes críticos de esta enfermedad.

Desde marzo hasta la fecha, 4.458 de estos equipos se han comprado, pero solo 1.610 han podido llegar al país.

“El mercado mundial de carga también está muy competido, muy complejo, entonces los ventiladores los empacan en la medida que haya disponibilidad de flete, que haya disponibilidad de aviones para traerlos”, dijo Luis Guillermo Plata, gerente de la estrategia contra el covid-19.

El servicio posventa ha sido la limitante que ha impedido que el Gobierno Nacional envíe un avión para traer a los tan necesitados equipos.

“Era un viaje más o menos de cinco días en total, si lo enviamos a Hong Kong por ejemplo, pero más allá del costo, la razón primordial es que, si compramos ventiladores en China o en cualquier otro lugar y los subíamos en un avión de la Fuerza Aérea, luego no tenemos quién los instale en Colombia, no tenemos quién los calibre y luego nos haga la capacitación, no hay servicio, no hay garantía, no hay repuesto”, detalló Plata.

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Por ejemplo, hay ventiladores que están siendo alistados en una bodega del norte de Bogotá. Luego de 83 días de haberlos solicitado al proveedor, aún faltan dos días más para que puedan ser usados por pacientes covid positivo que lo requieran dentro de la ciudad.

¿Cuál es el recorrido de uno de estos ventiladores antes de ser usado?

Su proceso de fabricación inició en Beijing durante 60 días, luego su tránsito, hasta el puerto de Shanghái tardó dos días; su proceso de exportación, un día. Tuvo que esperar diez días para poder embarcar el avión de carga que hizo una parada en Atlanta y otra en Miami antes de llegar a Bogotá, en este tránsito internacional demoró siete días más.

Ya en el Aeropuerto Internacional El Dorado, la nacionalización de este lote de ventiladores demoró 24 horas, luego de este largo viaje y del complejo proceso logístico que implica traerlos desde el otro lado del mundo, ya están en manos del proveedor, quien verifica que todo esté en orden y para ello debe armarlos y desarmarlos de nuevo.

El servicio posventa va más allá del acondicionamiento y de la instalación. Deben capacitar a los intensivistas que lo usarán pues cada marca opera de una forma diferente. Y, como si fuera poco, la puesta en óptimo funcionamiento de estos equipos se dificulta por la altura de ciudades como Bogotá y Tunja.

“Esto de la presión es muy importante. Somos pocos los que estamos luego de los 2.000 metros, entonces cuando lleguen a Bogotá la calibración es un poco más complicada, hay unas variaciones barométricas que hay que ajustar en el ventilador para que operé perfectamente”, indicó el funcionario.

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Luego de este periplo, este equipo está listo para salvarle la vida a un paciente portador del virus. Sin embargo, el trayecto puede ser más largo si el destino es una ciudad como como Cali, Chocó o Leticia. Tener un ventilador a tiempo es un verdadero tesoro cuando el coronavirus acecha.

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