Nos asaltaron y mataron la salud
Hemos visto las peores y más condenables realidades vergonzosas de los entramados que deja la delincuencial implosión de un sistema de salud, que aunque con errores, venía funcionando.
06:30 a. m.
Es delincuencial lo que está pasando, no hay otro adjetivo para la vergüenza y excesos de cómo vienen manejando los recursos de la salud de los colombianos mientras la gente se muere por falta de medicamentos. Y es que mientras nos enredan con minucias sacadas de las estrellas del universo o la eterna campaña que nunca han terminado con miras a 2022 y ahora a 2026, hemos visto las peores y más condenables realidades vergonzosas de los entramados que deja la delincuencial implosión de un sistema de salud, que aunque con errores, venía funcionando sin necesidad de reformas inescrupulosas e intervenciones a las malas por parte de los que nunca han dejado las armas, ahora desde debajo de los escritorios administrativos del Estado.
En una reciente investigación de los colegas Juan Pablo Calvás y Paula Bolívar de la W Radio, se puede evidenciar asquerosamente cómo cada peso que nos manejan, es feriado en empresas de papel en España de las cuales sus dueños, son empresas de papel en la Uruguay de su admirado Pepe Mujica.
Extrañamente y cuando el Superintendente de Salud de este mismo gobierno, mientras denunció un primer avance de recursos en paraísos fiscales, fue despedido inmediatamente sin explicación alguna, a la vez que se atendían otros escándalos por carrotanques en La Guajira, presuntos recursos de narcos en la campaña presidencial, violación a los derechos humanos, masacres en varias regiones del país, una que otra incoherencia feminista “Benedectina” y tantas peleas que se inventa Gustavo para agitar a su audiencia y embolatarnos en la tormenta de un cambio que terminó siendo la monetización de la delincuencia.
El colmo del descaro y el clímax de esta valiosa investigación, llega a su fase más patológica cuando evidencia que mientras le tiran limosnas a las clínicas y centros hospitalarios a través del extraño proceso que se inventaron, hacen millonarias transferencias a cerca de 20 IPS de papel que a su vez tienen entramados con cerca de un centenar de comercios fantasma que concluyen esta vergonzosa estafa que nos están metiendo a todos los colombianos en nuestras propias narices.
Y es que no estamos hablando de que el ministro de Educación pierda olímpicamente su tesis, o que exista un nuevo movimiento de Feministas con Benedetti, o que Gustavo se crea Aureliano Buendía, hasta Judas, o el mismísimo patas; estamos hablando de la vida que tratan como un eufemismo para decir que somos potencia mundial de alguna cosa, mientras esculcan los bolsillos de todos y hacen fiestas con vigencias futuras de un proyecto al cual debería ponerle enteramente los ojos, además de una junta médica competente, la Fiscalía, la Contraloría, la Procuraduría, las Cortes, el mismo Congreso, y hasta una Corte Penal Internacional.
Este escándalo que menciona a la Canciller, al mismo Petro, y a funcionarios de todos los niveles en este gobierno, desde ya lo condena hasta el amoroso, servil y propio alfil de esa misma corriente, Gustavo Bolívar y el mismo exsuperintendente que una vez evidenció la punta del iceberg ancestral, salió despedido por todas las estrellas de la galaxia.
Los colombianos ya hartos de esta asquerosidad, además de preguntarnos hasta cuándo vamos a aguantar sin que pase nada, mientras tanto nos quedamos con el slogan de la compañía COOSALUD, que cita en su página web “Somos la organización en la que puedes confiar tu salud para generarte bienestar”.