Soluciones diferenciales
Si el Gobierno no controla este incendio a tiempo, podría escalar a una protesta de grandes proporciones.

Ya es común hablar cada mes del incremento en el precio de la gasolina, al igual que es común el malestar que esto genera; no vale la pena profundizar en la razón del alza, toda vez que ya es casi de conocimiento general que esto se debe al saneamiento del Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles, el cual subsidiaba parte del valor del combustible en Colombia y lo blindaba ante eventuales alzas en el precio internacional del barril del petróleo que es la piedra angular del valor de venta de los combustibles líquidos derivados del petróleo.
En los primeros meses de este incremento, este malestar no iba más allá de unas quejas de la opinión pública y ciudadanía en general pues abastecerse de combustible estaba resultando más costoso, sin embargo, transcurridos casi 11 meses desde que inició el incremento mensual de 400-600 pesos, ya empieza a sentirse un impacto más contundente en sectores de la economía y en el consumidor final del combustible. Por esto, el pasado 9 de agosto el gremio de taxis llevó a cabo un paro, que si bien no tuvo mayor trascendencia, es una alerta temprana de lo que puede venir en los siguientes meses, pues si bien la gasolina ha subido aproximadamente 4.000 pesos en lo corrido del gobierno Petro, hay que tener en cuenta que hace falta por subir otros 4.000 o 5.000 pesos, es decir, lo peor aún está por venir y si el Gobierno no controla este incendio a tiempo, podría escalar a una protesta de grandes proporciones desde diferentes sectores económicos hasta la ciudadanía en general.
En el marco del paro de taxistas, salieron a relucir diferentes propuestas, algunas relacionadas a las tarifas permitidas de cobro, otras a la eterna lucha del gremio contra las plataformas digitales de transporte las cuales aún carecen de regulación e inclusive se puso sobre la mesa la alternativa de tarifa diferencial de gasolina para los taxis, propuesta con la que el ministro de Transporte, en un acto de cordura y sensatez no muy común en este Gobierno, manifestó no estar de acuerdo.
Respecto a lo anterior, es necesario señalar que, jamás será una buena medida buscar soluciones diferenciales para un sector, especialmente cuando el problema de fondo es el precio del combustible y esto es algo que impacta a todos los colombianos en general, seguramente a unos más que otros. Pero poner sobre la baraja alternativas como las que han propuesto sectores de partidos políticos afines al Gobierno, como gasolina a precio diferencial, para motos o transporte público, simplemente crearía problemas peores a los que intenta solucionar, pues sería imposible por poner solo un ejemplo, controlar reventa de esta gasolina con beneficio tarifario, contrabando interno y peor aún, que se cree un negocio paralelo de la reventa de gasolina que seguramente aprovecharían muy bien grupos al margen de la ley. Así mismo, brindar solución a solo un grupo focalizado o sector, además de generar desigualdad, crearía un malestar en demás sectores que buscarían por los mismos medios (paros) obtener soluciones diferenciales similares.
Respecto a posibles soluciones, en pasados días el partido Conservador manifestó su intención de radicar un proyecto de ley que busque reducir o remover algunos impuestos que actualmente tiene la tarifa de la gasolina; actualmente la estructura de precios de la gasolina tiene aproximadamente 2.500 pesos en impuestos, siendo estos el impuesto nacional, IVA, impuesto al carbono, IVA al margen de distribuidor mayorista y por último el impuesto a la sobretasa. Algunos de estos no se pagan la tarifa de la gasolina exceptuada que aplica en los municipios denominados como zona de frontera.
Si bien, el saneamiento del FEPC era necesario y es una acción responsable por parte del Gobierno desde el punto de vista económico, también el presidente ha manifestado que se debe sanear para tener recursos para el “gasto social”; sin embargo, no habrá gasto social que genere un mayor impacto y de manera transversal en sectores de la economía que tener combustible económico, pues esto abarata el costo de vida del consumidor particular de combustible, y evita que bienes, servicios, alimentos etc. Incrementen su precio golpeando el bolsillo de los colombianos.
Dicho esto, puede ser una alternativa para nada descabellada, pensar en que el Gobierno deje de percibir impuestos provenientes de la gasolina, exceptuar o reducir algunos como el IVA e impuesto nacional, claro estos ajustes deben hacerse cuidando no afectar negativamente marco fiscal; para el caso de la sobretasa que es un impuesto que se queda en los municipios donde se generó el consumo y para la gasolina nacional corresponde a 1.328 pesos, pensar en ajustarlo brevemente sin afectar considerablemente el recaudo que perciben los municipios por cuenta de este impuesto. En todo caso, sea cual sea la solución que se tome, debe ser para los colombianos y no atender grupos focalizados con soluciones diferenciales.
@SantiagoSotoLun
Abogado. Especialista en derecho minero energético

Santiago Soto Luna