Lo que debes saber sobre vapeadores y cigarrillos electrónicos

Aunque muchos tienen argumentos para estar a favor de la venta y consumo de vapeadores o e-cigarrillos, estudios científicos demuestran que estos dispositivos afectan el desarrollo cerebral en niños y adolescentes, producen enfermedad coronaria, cáncer de pulmón, asma, infarto agudo de miocardio, neumonía lipoide y enfermedad pulmonar intersticial.

Las evidencias científicas internacionales recabadas por el Ministerio de Salud son contundentes: el uso o exposición a los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN) pueden ser mortales.

El uso de vapeadores está asociado con problemas cardiovasculares. Foto: Pixabay

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Quizá los has visto en diferentes presentaciones o con diversos nombres: cigarrillos electrónicos, vaporizadores, vaporizadores personales, e-cigs, e-hookash, mods, plumas de vapor o sistemas de tanque. En fin, dispositivos cuyo uso ha incrementado especialmente entre los jóvenes.

En Colombia, según el III Estudio Epidemiológico Andino sobre Consumo de Drogas en la población universitaria, se estima que el 16% de los universitarios ha usado cigarrillos electrónicos alguna vez en la vida. 

La Encuesta Nacional de Tabaquismo en Jóvenes reportó una prevalencia del 15,4% de consumo de estos productos alguna vez en la vida. 

Básicamente, señala el Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud y la Fundación Colombiana del Corazón, los e-cigarrillos o vapeadores son dispositivos electrónicos que calientan una solución líquida para crear vapor, el cual es inhalado por los usuarios.

Informes como el ABC del MinSalud sobre este tema destacan evidencias científicas que prueban que estos dispositivos contienen sustancias como:

-Propilenglicol, cuya inhalación a altas temperaturas puede producir irritación de ojos, garganta y afectación de las vías aéreas. 

-Glicerina, que desarrolla neumonía lipoide y enfermedad pulmonar intersticial.

-Nicotina, que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y gastrointestinales, y puede afectar el desarrollo del cerebro en los adolescentes y jóvenes, además de ser peligrosa para la salud de las embarazadas y los bebés en gestación. 

Jovenes y adolescentes son quienes más consumen estos dispositivos según informes científicos. Foto: freepik

¡Y no solo eso! Los elementos usados en estos dispositivos contienen partículas ultrafinas que incrementan el riesgo de enfermedad coronaria, cáncer de pulmón y asma, y sustancias asociadas a cáncer, como metales pesados, formaldehído, acetaldehído, butilaldehído, acroleína, acetona, y otras como benceno, tolueno, etilbenceno, xileno, según estudios.

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Los sabores: un atractivo entre los jóvenes

Un cigarrillo electrónico no solo es atractivo porque no produce olor a tabaco y no mancha los dedos o la boca, sino por sus exóticos sabores a chocolate, vainilla, tabaco dulce o avellanas: los químicos más letales.

Señalan los informes de sociedades científicas internacionales, que los usuarios de estos aparatos emplean saborizantes que mejoran el gusto y estimulan el consumo de estos productos, principalmente en los adolescentes, pero dichos químicos traen serias consecuencias en la salud.

El uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores se relaciona con un mayor riesgo de consumo en las poblaciones más jóvenes. 

Por ejemplo, un estudio del Departamento de Salud de Estados Unidos revela que la mayoría de las razones comúnmente citadas por los niños, adolescentes y adultos jóvenes que emplean estos productos son la curiosidad, el sabor y la baja percepción de daño comparado con otros productos del tabaco, algo que, científicamente, no es cierto. 

Pruebas científicas demuestran que los sabores de los vapeadores contienen químicos letales para el cuerpo. Foto: pixabay

Por el contrario, el consumo de estas sustancias mediante vapeadores incrementa tres veces más el riesgo de fumar cigarrillos convencionales, lo que sugiere que los cigarros electrónicos facilitan el consumo de productos de tabaco comunes e incluso de otras sustancias psicoactivas.

Los e-cigarrillos y vapeadores no cuentan con registro Invima para su uso como medicamento ni como dispositivo médico en Colombia.

Recientemente, Iván Darío González, viceministro de Salud y Prestación de Servicios, señaló que el Gobierno nacional está revisando la evidencia científica mundial sobre el tema, dentro del proceso de construcción de un marco regulatorio para los vapeadores y e-cigarrillos que ya desarrolla, y enfatizó en que es necesario desmitificar algunas afirmaciones y creencias que se han tejido entorno a ellos. 

¿Qué tan cierto es que los e-cigarrillos o vapeadores ayudan a dejar de fumar?

Quienes venden estos productos con la promesa de que el consumidor dejará de fumar con el tiempo a lo mejor desconocen las pruebas científicas al respecto.

La Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA, por sus iniciales en inglés) no los tiene aprobados como alternativa para la cesación del tabaquismo, algo en lo que coincide la Asociación Latinoamericana de Tórax. 

No es cierta la afirmación de que los cigarrillos electrónicos son 95% más seguros que fumar tabaco.

Sociedades Científicas de la Región de las Américas, de Europa y del país, han analizado el uso y los riesgos de estos productos, declarando lo siguiente: no se cuenta con suficientes pruebas científicas que sustenten que el cigarrillo electrónico ayude a dejar de fumar.

A pesar de los estudios, muchas personas continúan con esta práctica. De hecho, se han conocido casos de padres de familia que regalan a sus hijos estos cigarrillos por considerarlos “inofensivos”. 

Pero, ¿puede ser tan inofensiva semejante desinformación?