Los vinos también pueden salvar el planeta

El vino es una bebida de mucha tradición en la humanidad, ha sido un acompañante en diferentes imperios y hoy en día sigue teniendo ese lugar de privilegio para ser objeto de estudio y también una forma de contribuir al sostenimiento ambiental.

En los últimos años ha surgido una tendencia que busca mejorar los procesos de cultivo y producción en los viñedos para no afectar la tierra, las plantas, los animales y tampoco la calidad de esta bebida.

Se trata de los vinos veganos, orgánicos y biodinámicos, una manera natural de seguir dándole vino a la humanidad sin poner el riesgo la salud de las personas y tampoco la sostenibilidad del medio ambiente, que es afectado por muchos más frentes.

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¿Qué es está nueva tendencia?

Antonio Giraldo, enólogo de la Universidad Szent István en Budapest, explica que esta tendencia está hecha para “contribuir a una mejor vida”, por que son vinos “más sanos, saludables y promueven una vida sana y un mejor planeta para el futuro”.

Y todo se basa en que los vinos orgánicos consisten en “que en el viñedo no se usa ningún producto químico, ni fertilizantes y pesticidas, entonces se protegen y se alimentan los cultivos con métodos naturales”.

Mientras que los veganos “protegen a todo lo que es animal y orgánico en general. Este es un vino que no lleva ningún componente de tipo animal, como la clara de huevo, la gelatina, la cola de pescado, y lo que hace se remplazar esos clarificantes por un mineral que se llama bentonita”.

Y, finalmente, los biodinamicos que es un proceso que toma parte del orgánico, pero que está regido por los ciclos lunares para podar, regar y recoger las simebras, además de involucar a la fauna y la flora del viñedo, incluyendo animales de pastoreo y colmenas de abejas.

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De esta forma se entrega un producto natural al consumidor y no se afecta la tierra, porque en las bodegas que siguen usando químicos para cuidar las plantas se ha afectado a animales y también a la tierra, quitándole nutrientes naturales, debilitándola y haciendo que las raíces sean más pequeñas. Por lo que la propia industria del vino se estaba viendo afectada por sus mismas prácticas.

“Por eso ahora estamos pensando más en la naturaleza, en su cuidado, especialmente en la producción. Estamos pensando más en la tierra y ese vino lo expresan.”, cuenta Giraldo, dejando claro que “el vino orgánico es mejor, los aromas y los sabores son naturales”, por lo que el sabor, textura y demás no se ven afectados.

Si bien Colombia no es un país exportador de vinos, aquí llegan muchos de gran calidad, ya que en Chile y Argentina son referentes en el proceso orgánico y España e Italia en los veganos. Por lo que hay opciones de consumir y probar esta tendencia que ayuda a salvar el planeta, que estará presenta en Expovinos en Bogotá, entre el 11 y 14 de agosto en Corferias donde habrá más de 60 referencias para ver las diferencias entre cada una de las prácticas.

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