No era un decomiso, policías mostraron su buen corazón durante la pandemia
A través de las redes sociales circula un video donde un grupo de uniformados adelantó una acción humanitaria para proteger a un vendedor ambulante que había salido a trabajar.

Noticias RCN
10:55 a. m.
En el marco de la actual contingencia por la expansión del coronavirus, son muchos los países que han impuesto la medida de cuarentena a sus ciudadanos con el objeto de mitigar la expansión del virus.
Sin embargo, pasadas algunas semanas, un importante porcentaje de la población ha comenzado a inquietarse y a desobedecer las medidas de aislamiento, afirmando que requiere salir a trabajar para poder continuar sustentando a sus familias. Colombia no ha sido el único escenario donde esta realidad se ha hecho tangible, y otros países de la región también viven situaciones similares.
Frente a dicha contingencia, los efectivos de la fuerza pública han jugado un papel importante, no solo en su rol de garantes del orden, sino también brindando ayudas a las poblaciones más necesitadas, propendiendo porque continúen cumpliendo con la orden de aislamiento.
Precisamente, una de estas historias tomó relevancia en México, donde un grupo de policías se han convertido en foco de aplausos, después de un noble gesto adelantado en la población Texcoco. El hecho fue registrado en video, y difundido a través de las redes sociales donde completa más de 2.000 comentarios y ha superado las 40 mil compartidas.
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¿Un decomiso?
El video comienza con la escena de un grupo de policías recogiendo golosinas del piso y de un canasto, metiéndolas en bolsas, mientras un adulto mayor, vendedor informal, permanece con las manos atrás observando la situación. A primera vista parece un decomiso.
Sin embargo, la historia cambia cuando los policías entregan el canasto desocupado al hombre, a la vez que, con él, una suma de dinero correspondiente a la mercancía que han metido en la bolsa.
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“Váyase a su casa, esos ya no los venda, ándele ya váyase”, ordena uno de los policías, quienes acto seguido comenzaron a repartir las golosinas compradas entre los transeúntes.
“Muchas gracias”, se escucha decir al vendedor informal.