Regresa Baby World en 2025: el evento que transforma la crianza desde el amor

Luego del exitoso lanzamiento el año pasado, regresa Baby World, el evento pensado para familias y cuidadores de niños en primera infancia. Su segunda edición se celebrará el 2 y 3 de agosto en el Parque Museo El Chicó, en Bogotá, con una propuesta que combina entretenimiento, formación y bienestar familiar.

En esta nueva versión, Baby World renueva su propósito de ofrecer un espacio para aprender, crecer y compartir. “Baby World nació para recordarnos que la crianza no tiene que ser en solitario. Aquí creamos un espacio donde el conocimiento, el amor y el juego se encuentran para transformar la manera en que acompañamos a nuestros niños”, afirmó Stefany Sepúlveda, directora y creadora del evento.

Desde el nacimiento, el juego, el afecto y la curiosidad son claves para el desarrollo infantil. Por eso, Baby World pone en el centro estos elementos a través de zonas interactivas, experiencias sensoriales, actividades artísticas y juego libre supervisado. Todo, diseñado para fortalecer los vínculos entre grandes y pequeños.

¿Qué pasa en este evento?

A la par de estas actividades, la programación incluye charlas con expertos en primera infancia, talleres vivenciales para padres y cuidadores, y espacios para profundizar en temas como gestión de emociones, límites sanos, disciplina positiva e inteligencia emocional. Se destacan conferencias como “Crianza consciente: ser padres sin sacrificarnos en el intento” y “Reconectarnos en un mundo de pantallas”, orientadas a brindar herramientas prácticas para fortalecer los vínculos familiares y mantener una educación respetuosa.

“Queremos que Baby World también sea un recuerdo feliz en familia. Un espacio donde podamos reír, cantar, jugar y simplemente disfrutar de estar juntos. Porque criar también es celebrar la vida con quienes más amamos”, aseguró Sepúlveda. El evento contará con grandes shows musicales y otras sorpresas para garantizar momentos inolvidables.

Baby World también representa una oportunidad para construir comunidad, intercambiar experiencias y reflexionar sobre el rol activo de los adultos en el bienestar emocional de los niños y niñas. Sentirse acompañado en esta etapa hace la diferencia.