Uno de los integrantes más peligrosos del Tren de Aragua se escondía en Bucaramanga: lo buscaban por terrorismo
Conocido como ‘El Negro’, este hombre de 35 años es requerido en Venezuela.
Noticias RCN
07:16 p. m.
Las autoridades dieron un nuevo golpe contra el Tren de Aragua. Esta vez, ocurrió en Bucaramanga con la captura de uno de sus integrantes más peligrosos.
El anuncio lo dio el alcalde de la capital santandereana, Jaime Andrés Beltrán. Fue capturado Manuel Antonio Barrios, alias El Negro, quien tiene antecedentes por terrorismo y es socio de ‘Mamá Oso’.
‘El Negro’ tiene circular roja de Interpol
Su captura se dio en medio de los operativos de rutina que realiza la Policía. “Le estamos ganando la guerra a las bandas transnacionales y lo demostramos con hechos”, sostuvo el mandatario.
‘El Negro’ tiene circular roja de Interpol por ser requerido por el Juez Especial Segundo de Terrorismo de Venezuela, su país de origen. Después del proceso, fue enviado al Centro Facilitador de Servicios Migratorios Regional Oriente.
Por su parte, el brigadier general Henry Yesid Bello Cubides, comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, declaró que la información proporcionada por la ciudadanía fue vital para dar con el paradero del delincuente.
Este señalado miembro de la organización criminal se estaba escondiendo en la ciudad. Los uniformados lo ubicaron en la carrera 13 con calle 35, centro de Bucaramanga. En medio del trámite, le incautaron su celular.
Desarticulada disidencia del Tren de Aragua
Días atrás, se dio otro operativo contra el Tren de Aragua. Las autoridades desarticularon un grupo denominado como ‘Los Sayayines del Bronx’, una disidencia de la estructura criminal extranjera.
Tres señalados integrantes fueron capturados: ‘Cari Cari Pez’, ‘Sombra’ y ‘Pepo’, cabecilla y dos sicarios respectivamente. Asimismo, quedaron a disposición de las autoridades tres armas de fuego, 18 cartuchos, seis celulares, una motocicleta y panfletos extorsivos.
La Gobernación de Santander indicó que mensualmente, estos delincuentes recibían 200 millones de pesos producto de la zozobra generada en los habitantes.