Dramática historia de víctima de pólvora que perdió sus manos, un ojo y parte de la audición

Hace 20 años un fabricante de fuegos artificiales de Aguachica sufrió un accidente luego de cometer un grave error cuando se disponía a mezclar pólvora con la mecha de encendido; un error que, según él, casi le cuesta la vida.

Pedro Antonio Carrascal, víctima de la pólvora asegura que hace dos décadas “perdí las manos y perdí todo, pero la pólvora no tuvo la culpa, la tuve yo”.

Este hombre, de 62 años, perdió un ojo, el brazo derecho y parte de la mano izquierda debido a la fuerte explosión, su capacidad auditiva es solo del 30 por ciento.

"Yo le hago un llamado a los padres de familia para que tengan cuidado con sus hijos, para que no se quemen, porque hay muchos papás que le compran pólvora a los hijos, y ese es el problema que hay aquí en Colombia”, dijo Pedro Antonio.

La víctima del detonante advierte que los padres son los mayores responsables cuando los niños se queman.

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“Tienen que responsabilizarse los papás y los que están quemando la pólvora; los polvoreros también tenemos que tener en cuenta de no venderle a los borrachos, de no venderle a los niños para que no haya ningún problema”, puntualizó Carrascal.

En 10 municipios del Cesar no prohibieron la venta y uso de pólvora. Codazzi es uno de ellos y es el único donde hay reporte de tres niños quemados.

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