Lo que dura un tinto: María Paulina Baena habló sobre su paso por ‘La Pulla’ y cómo maneja a los detractores

Tomarse un buen tinto resultó para Andrés Carvajal la excusa perfecta para sentarse todas las semanas con empresarios y líderes colombianos que la sacan del estadio. Para esta oportunidad conversó con María Paulina Baena y es que cuando se tiene una postura o argumento sobre cierto tema y coloca sus pensamientos sobre la mesa suele ganarse detractores, este ha sido el caso de la periodista.

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¿Cómo maneja los detractores y cómo los codifica mentalmente?

Yo creo que a mí me lo fue enseñando el mismo trabajo yo creo que todos por naturaleza como que queremos ser un poquito complacientes, queremos que nos aplaudan entonces tener gente que de repente tú admiras también y está en la otra orilla tuya y dice que lo que tu haces es una basura pues duele, pero sobre todo duele en el ego.

Pero lo que yo creo que pasó haciendo lo que hicimos con La Pulla fue como entender hacia donde íbamos y que no debíamos a agradarle a todo el mundo, debíamos ser fieles a nosotros mismos, a lo que pensábamos porque yo si creo que esa es como la esencia del periodismo y lo que lo hace a uno tener un criterio y tener criterio nos va a ser que tengamos gente que nos eche flores y nos eche dardos. Entonces pues esa idea de gustarle a todo el mundo es un tanto ridícula porque a uno no le gusta todo el mundo y porque uno tiene posiciones encontradas incluso con las personas a las que quiere entonces pues saber eso y sentirse cómodo con eso era parte del personaje que creamos (…).

Yo creo que, obvio, nosotros teníamos un lenguaje que nos permitía ser mucho más arriesgados y subir la vara del lenguaje, de la grosería si se quiere, como la altanería y a nosotros de verdad no nos importaba nada y creo que ahí teníamos como una ventaja porque pues estábamos también en un medio que nos permitía hacer eso y estábamos en un canal que hacíamos lo que queríamos con eso, posiblemente si estuviéramos mas jerarquizados pues eso no se podría pero creo que cada vez mas la gente esta pidiendo como: dime lo que piensas sin arandelas y sin tanta descripción y sin tanta cosmética, sino de frente, dime lo que piensas y de qué lado estas. 

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¿Cómo hizo para manejar su mente entre los detractores y los que apoyaban el formato?

Yo todavía manejó mi mente o sea todavía la trato de domar porque eso es un trabajo de no acabar, pero pues en ese momento cuando nosotros empezamos a hacer La Pulla si era como muy difícil todo el ambiente tan pantanoso en el que estábamos, porque este es un país jodido y es un país polarizado y este es un país que no solo te va a hacer estos daños virtuales, tu no solo vas a ver el 'hater' en los comentarios sino que de golpe si sales a la calle te pueden hacer algo por odiarte de la forma en la que te odian y eso es así, entonces yo al principio si estaba como un poco fastidiada de toda esta cantidad de comentarios negativos (…) pero los youtubers también empezaron a alentar y nosotros también empezamos a alentar a la audiencia que era mucha la que nos quería y la que nos seguía para que fueran muy vocales en lo que sentían con nuestras ‘‘pullas’’ y para que dejaran esos comentarios. 

¿Qué consejo le daría a todos los que tienen el deseo de hacer cosas grandes?

Yo creo que lo primero es que nosotros nunca esperamos tener la visibilidad que tuvimos, entonces yo creo que el primer consejo es como, cogerla suave, si uno se mete en la cabeza que quiero estar en el centro del debate de buenas a primeras es posible que uno se dé un totazo grande porque el espacio entre expectativa y realidad pues es largo, pero entonces yo creo que lo primero es como cogerla simple y sencilla a qué audiencia le quiero pegar, con qué audiencia quiero conversar, en nuestro caso era; nosotros queremos hablar con gente que está en nuestra misma posición, jóvenes entre los 18 y 35 años que se aproximan a las noticias desde otro lugar y ya ese era como nuestro interés inicial y pensando incluso en que íbamos a fracasar como fracasan todos los productos audiovisuales y como fracasaban también en el medio en el que yo estaba que era El Espectador y era como una miscelánea de cosas audiovisuales entonces hacían crónicas, hacían entrevistas, hacían reportajes hacían lo uno lo otro y al final como que eso era desperdigado por ahí y lo que nosotros hicimos fue no, cojamos lo sencillo, nosotros vamos a hacer un personaje, vamos a estar en un escritorio, vamos a decir lo que pensamos incluso, teníamos pésima iluminación, pésimos equipos, rudimentario, artesanal y lo siguió siendo hasta el final. 

(…) Entonces el consejo es saber a qué audiencia uno le quiere hablar, el otro es no devanarse los sesos pensando en ser muy sofisticado, yo he visto películas hechas en celulares y son maravillosas, nosotros La Pulla la grabábamos con un celular ni siquiera teníamos luces o sea era una cuestión de entender el guion y hacia dónde va esto y generar una discusión y yo creo que también tener un buen equipo con el que uno pueda rebotar esas ideas porque es que a veces uno se mete en su propia estupidez y cree que eso es lo único que funciona entonces llega alguien mas y le dice no entiendo nada de este guion (…) entonces es como también abrir el oído, como que uno no puede encerarse en lo que uno cree y ya y sobre todo yo creo que lo que a nosotros mas nos servía era gozarnos ese proceso, nosotros nunca quisimos estar en el centro del debate, en el Congreso y que nos llegarán demandas por montón a El Espectador pero al final como que estábamos tan seguros de lo que estábamos haciendo y de que estábamos rompiendo también un paradigma que estaba muy establecido y que además estábamos gozándonos ese proceso, entonces pues dijimos vale toda la pena del mundo.

¿Hubo algún momento que recuerde de querer ‘‘tirar la toalla’’?

Si, varias veces, (…) bueno la primera ‘pulla’ fue muy difícil porque fue como un ‘boom’ mediático y fue cuando toda la junta directiva de El Espectador y de Caracol también dijo como ¿Quién es esta ‘niñita’ que me está diciendo groserías en el home de El Espectador? y era como todos estamos abordo con esto, nuestro jefe Fidel Cano como poniendo la cara por nosotros pero nosotros como seguros y abordo en todo como montados en nuestra película entonces eso fue como un primer cimbronazo de que esto fue fuerte, esto fue viral de una, la segunda ‘pulla’ no va a ser tan viral, la segunda ‘pulla’ la respondió Juan Manuel Santos y nos ayudó, nos terminó disparando el presidente pero hasta ahí era como una bestia durmiente sabes, como que todo estaba muy tranquilo pero con una tensa calma y después hubo un capítulo sobre el aborto que fue muy difícil de recibir como todas esas críticas y comentarios que ya era a mí como teledirigido y yo empecé a ver en mi correo electrónico, en mis redes, en mi celular, pues un montón de comentarios que me acuerdo que eran como: ‘‘ojalá la hubieran abortado a usted y el periodismo no estaría tan degradado’’ y yo les dije a mi equipo, como voy a tirar la toalla y hasta acá llego, yo no estoy preparada para esto, no me interesa, hasta luego. Y ahí ellos como que se pusieron la 10 y dijeron como no, fresca, nosotros nos hacemos cargo, esto es por el tema también, el tema es un tema caliente, que incluso entre mis amigas más cercanas no nos ponemos de acuerdo en eso (…).

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