Mindefensa explicó cómo será la erradicación de cultivos de coca con glifosato
Expertos se refirieron sobre el impacto que tendría en las zonas donde hay control de grupos armados.
Noticias RCN
09:43 p. m.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos explica que el glifosato es un tipo de herbicida usado para controlar malezas de hoja ancha.
Si bien no representa un riesgo para la salud de las personas, ha tenido efectos negativos en organismos no objetivo (para aquellos cultivos que no va destinado).
Hace algunos días hubo polémica sobre volver a su uso en Colombia, teniendo en cuenta la confusión generada por el presidente Gustavo Petro contra lo dicho desde el Ministerio de Defensa.
¿Cómo funcionará? Esto dijo el ministro Pedro Sánchez
En medio del debate sobre el uso del glifosato para la erradicación de cultivos ilícitos, el ministro de Defensa, general (r) Pedro Sánchez, hizo un anuncio importante que podría redefinir la estrategia gubernamental en la lucha contra las plantaciones ilegales de hoja de coca en el país.
Según el jefe de cartera, el enfoque propuesto para la aplicación del glifosato será voluntario, es decir, consensuado con los cultivadores. Esta posibilidad ha generado críticas, especialmente por el impacto de los cultivos en las zonas donde hacen presencia los grupos armados.
El proceso de contratación está activo en el SECOP II: “El oferente adjuntará con la propuesta, el certificado de análisis del ingrediente activo grado técnico glifosato, donde la pureza sea como mínima 95%”.
“Para ayudar al campesino y ese proceso es con fumigación manual terrestre que está disponible. Si no quieren, pues no se aplica”, detalló Sánchez.
¿Qué dicen los expertos?
El contexto de este anuncio parte de la reciente polémica en torno al regreso del glifosato como herramienta para combatir los cultivos ilícitos. Actualmente, hay más de 250.000 hectáreas de plantaciones de hoja de coca, una cifra alta en comparación con balances del pasado.
La nueva estrategia de consenso propuesta por el ministro ha causado preocupación. Expertos consideran que puede resultar compleja su aplicación en territorios controlados por grupos armados, los cuales ejercen presiones sobre los agricultores.
Estefanía Ciro, doctora en sociología y experta en política de drogas, cuestionó: “¿Qué es consensuar en un territorio donde hay actores armados y una política pública de persecución a cultivos de hoja de coca?”.