Obispo de Zipaquirá manifestó su malestar frente al caso de presunto maltrato a un niño por monjas

Un hecho que ha conmocionado al país en las últimas horas es el del niño que ha sido violentado en un hogar del ICBF, al parecer por parte de monjas encargadas del lugar, y debido a la gravedad de la situación el obispo de Zipaquirá ha decidido manifestar su malestar y preocupación, entre otras cosas, por la condena que está recibiendo la comunidad diocesana.

Tal y como se conoció, el niño habría sido maltratado por monjas que pertenecen a este sitio; de hecho, un primer diagnóstico informa que el pequeño estuvo a punto de perder sus genitales después de que fuera visto por los médicos y sus familiares que le habían amarrado cabello e hilo en sus partes íntimas.

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Con un mensaje bastante sentido, el obispo dijo que: “Manifiesta en nombre de toda la comunidad diocesana y en su propio nombre el profundo dolor y su firme repudio por esta actuación en contra de un niño, menor de edad, afectado por estas acciones de grave maltrato y daño a la integridad personal. Hechos como estos hieren seriamente la integridad de las personas y atentan contra su dignidad ocasionando heridas muy profundas no solo de orden físico sino también de orden espiritual y emocional muy difíciles de reparar”.

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Además, mencionó estar completamente dispuesto ante las autoridades para esclarecer el caso y reafirmó que este tipo de hechos son repudiables y no se deben volver a repetir: “Esta dolorosa situación, además de tantas que a diario se producen, son un llamado a toda la sociedad, a sus instituciones civiles, sociales y religiosas y a cada uno en particular a emprender acciones de defensa, promoción integral y prevención para que estos hechos no se repitan”.