Policía encubierto se adentró en los tentáculos de una banda de microtráfico para desarticularla
El policía pudo conocer de primera mano cómo funcionaba esta banda. Los miembros se hacían pasar como recicladores.
Noticias RCN
02:54 p. m.
Una heroica operación encubierta de un policía permitió ponerle punto final a una estructura criminal en Bogotá.
La olla de microtráfico centró sus acciones en el sector de Monte Blanco, localidad de Usme. Conocidos como ‘Los de la U’, los criminales se hacían pasar como recicladores para comercializar droga en entornos escolares.
Miembros tenían la fachada de recicladores
Gracias a la operación encubierta, el uniformado conoció quiénes conformaban la banda, cómo se organizaba la venta de la droga y cuál era el mejor camino para dar con el punto de quiebre.
Unos cumplían el rol de empacadores, otros mezclaban bazuco con vitaminas y algunos eran responsables de dosificar la droga para venderla. Los distribuidores cumplían turnos que iniciaban a las 7:00 a.m. e iban hasta las 9:00 p.m. (12 horas). En ese lapso, esperaban a los estudiantes tras culminadas sus jornadas.
“Necesitábamos saber quién era el que expendía, quién era el coordinador y el que lideraba esta organización”, contaron las autoridades. La banda estaba conformada por cinco integrantes.
‘Charles’: la mente detrás de la estructura
Gracias a su destreza adentro de los tentáculos de la banda, el uniformado identificó a la cabeza de la estructura, un hombre que se hacía llamar ‘Charles’. Esta persona estaba detrás de coordinar al resto de criminales, traía la droga y controlaba la distribución.
A través de las interceptaciones de comunicaciones, se supo que los coordinadores y expendedores le rendían cuentas (a ‘Charles’), tanto de la sustancia que se comercializó como del dinero producto de esta comercialización.
Con base en lo revelado por las autoridades, los compradores no se quedaban en las esquinas, debido a que podía generar sospechas. En cambio, accedían de forma rápida a sus vendedores. Además, con la fachada de recicladores, impedían llamar la atención.
“El narcomenudeo era transitorio, no permitían que el consumidor se quedara en las esquinas consumiendo”. Además, tenían la cantidad de dosis relevante para que, en caso de que los requisaran, no les encontraran nada.

