¿Qué alcance tendría preguntarle a la gente en las urnas sobre los diálogos?
Para el registrador, lo propuesto por miembros del Partido Verde, de Colombianos por la Paz y de la U sólo tendría un fin pedagógico. Expertos lo ven como un acto político y de opinión.
Noticias RCN
junio 24 de 2015
03:32 p. m.
03:32 p. m.
Las distintas propuestas de llevar temas relacionados con los diálogos de paz a las urnas en las elecciones regionales de octubre han generado rechazo por parte de la Registraduría y algunos sectores de la opinión pública. Por una parte, algunos critican que se trate de consultas que no son vinculantes; por otra, que este tipo de actividades significan un gasto que no estaba contemplado por el organismo electoral y que podría ascender a 30.000 millones de pesos.
Miembros del Partido Verde, de Colombianos por la Paz y el Partido de la U han propuesto que los ciudadanos que acudan a las urnas el 25 de actubre, a través de la inclusión de una tarjeta electoral adicional (proceso similar al de la séptima papeleta que llevó a la redacción de la Constitución del 91), se pronuncien sobre temas como una fecha límite para los diálogos de paz o un acuerdo de cese al fuego bilateral.
Sin embargo, el gran inconveniente es que sea cual sea el objetivo, esta lluvia de propuestas no tendría efecto legal alguno y no obliga a que lo aprobado en las urnas sea acatado por el Estado colombiano.
Carlos Ariel Sánchez, registrador nacional, explicó que las propuestas sólo tendrían un alcance pedagógico.
"No sería obligatoria la fecha límite al proceso de paz porque lo que sea una orden o mandato no se puede hacer a través de este mecanismo. Lo que se pretende ahora sólo tendrá un alcance pedagógico", señaló Sánchez, quien además recalcó que este sólo puede ser una herramienta de concienciación sobre algún tema y no hay una obligación de cumplir algo, porque para un mandato deben cumplirse unos términos legales.
El Registrador además resaltó que en caso de aprobarse una o varias consultas de este tipo, se complicaría el proceso de votación, pues cada ciudadano se enfrentaría a varios y distintos tarjetones en un mismo día.
¿Un acto político?
Para analistas políticos, las distintas propuestas son, en el fondo, actos políticos que buscan generar un golpe de opinión para los proponentes.
El politólogo Vicente Torrijos dice que estas iniciativas no están pensadas en bloque y que el hecho de que se estén planteando desde distintos sectores políticos y sociales demuestra, para él, que "hay un interés de apelar a las fuertes emociones que genera el proceso de paz en los colombianos" con fines específicos de autopromoción.
"Ni un partido político ni un grupo de ciudadanos tiene la potestad de fijar plazos, así lo hagan a través de un llamado a las urnas. Eso es una responsabilidad exclusiva del Estado colombiano. A mi parecer estas propuestas tienen trasfondos específicos y veo que se hace por un afán populista y electorero y también para crear un falso escudo de voluntad ciudadana".
Torrijos cree que existe un peligro con estas propuestas y es que se distraiga la atención de la realidad del conflicto armado, lo que, afirmó, "beneficia a la guerrilla, porque si las personas votan que los diálogos deben continuar por tres años más el Gobierno puede usar esto a su favor para dilatar el proceso".
Por su parte, el senador Roy Barreras, copresidente del Partido de la U, dijo que las fechas del proceso de paz solo deben ser impuestas por el jefe de Estado o se deben acordar en la mesa de La Habana, por lo que rechazó la propuesta de los verdes.
Uno de los compañeros de Congreso de Roy Barreras, el también senador de la U, Mauricio Lizcano, defendió la idea de que los colombianos expresen sus opiniones en las urnas, aunque con reparos.
"A mí me parece una buena iniciativa, porque tiene dos buenas propuestas que son muy importantes: la primera es la participación del pueblo en un proceso de paz, que bastante le falta; segundo, el tema de los límites. Pero es necesario que la guerrilla entienda que no puede seguir con esta escalada violenta porque los ciudadanos no van a querer respaldar el proceso en las urnas".
Por ahora todas las propuestas se han quedado en el aire sin que haya una decisión clara sobre si podrán hacerse un llamado a votaciones, pero el panorama parece no favorecer estas iniciativas.
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