Treinta años sin Álvaro Gómez Hurtado, el líder que nos invitaba a hacer un “acuerdo sobre lo fundamental”
El 2 de noviembre de 1995 fue asesinado el líder conservador, Álvaro Gómez Hurtado, el hombre que creía en que podíamos construir un país desde las diferencias.
Noticias RCN
07:43 p. m.
Hoy hace 30 años asesinaron a uno de los hombres más respetados en la política y en la academia, el hombre que nos invitó a hacer un acuerdo sobre lo fundamental: Álvaro Gómez Hurtado.
Aunque la voz del líder conservador fue silenciada, sus frases célebres, sus posturas y su visión de país hoy estarían más vigentes que nunca.
Ser abatido por ráfagas de ametralladora, como parecía ser mi suerte, no debía considerarse como un infortunio singular... una muerte así podría no ser un sacrificio inútil, sino la creación de un símbolo que convocara un movimiento de restauración.
Treinta años después, esas palabras escritas por Álvaro Gómez Hurtado suenan casi como una premonición. A su lado, de pie frente al monumento, Nicolás Gómez, uno de los familiares más jóvenes del líder conservador, tiene hoy casi la misma edad que los años que lleva muerto su tío abuelo.
Álvaro Gómez: la deuda que no ha saldado la justicia
Frente a ese monumento que conmemora a uno de los grandes líderes silenciados por la violencia, Nicolás cuenta que cada año, el 2 de noviembre, su familia se reúne en este punto para honrar a Gómez Hurtado, aunque la justicia no haya llegado aún.
Álvaro Gómez Hurtado, político, periodista, académico y diplomático, fue asesinado el 2 de noviembre de 1995 cuando salía de la Universidad Sergio Arboleda. Tristemente, en estos 30 años la justicia no ha podido dar una respuesta definitiva sobre quién dio la orden de silenciar su voz.
Una voz que invitaba a los colombianos a “llegar a un acuerdo sobre lo fundamental”, un llamado a la reconciliación, a entenderse desde las diferencias. Pero ¿ha cambiado algo?
“Yo creo que no. Como mi generación, mis padres pensaron que había cambiado el ciclo de violencia, pero la muerte de Miguel Uribe confirma que no”, asegura Nicolás.
Quizás, esas palabras de Nicolás duelen para muchos. Duelen porque siguen describiendo a un país que no ha logrado romper el círculo de la violencia política.
El magnicidio de Miguel es un triste recordatorio de que el país está lejos de llegar al nivel de grandeza que decía Álvaro... esa Colombia grande donde podamos nombrar gente independiente.
El legado de Álvaro Gómez Hurtado
Gómez Hurtado soñaba con un país ético, con justicia y sin miedo. Pero la impunidad de su asesinato sigue siendo una herida abierta, pues ni la justicia ordinaria ni la transicional dan una respuesta definitiva sobre quién lo asesinó.
Más allá del mito, detrás del nombre y de los titulares, estuvo el humanista. Hoy, frente al caballo que simboliza su espíritu indomable, su familia lo recuerda no desde la tragedia, sino desde el legado.
Es la materialización de que no se quede todo en el morbo de su muerte, que fue terrible, sino revivir ese legado de humanista.
Treinta años después, la justicia sigue en deuda con la historia mientras el país pelea con la memoria. Su voz, la que pedía “un acuerdo sobre lo fundamental”, sigue siendo un eco que llama con urgencia a no olvidar.
