Estos son los robots que desentrañan el tesoro del Galeón San José
A 600 metros de profundidad, donde la luz apenas llega y la presión aplasta el acero, un diminuto ejército de robots submarinos Saab Seaeye Lynx está cambiando la historia del naufragio más famoso del Caribe: el Galeón San José.
Noticias RCN
03:59 p. m.
Equipados con cámaras 4K, pinzas de precisión y sensores de última generación, estos vehículos operados remotamente (ROV) han cartografiado cada rincón del pecio y fotografiado más de 30.000 objetos sin mover un solo grano de sedimento. Su trabajo no solo revela tesoros coloniales de incalculable valor, sino que coloca a Colombia a la vanguardia de la arqueología subacuática.
¿Qué hace único al ROV Saab Seaeye Lynx?
El Lynx pesa apenas 300 kg, puede descender hasta 900 m y maniobra con seis propulsores eléctricos que garantizan estabilidad milimétrica incluso con corrientes fuertes. Su modularidad permite intercambiar brazos robóticos, lámparas LED y módulos de muestreo in‑situ, convirtiéndolo en un “cuchillo suizo” para arqueólogos y biólogos marinos.
La Armada colombiana lo opera desde el buque hidrográfico ARC Caribe mediante un cable umbilical de fibra óptica que transmite vídeo 4K en tiempo real al centro de comando a bordo.
Profundidad y retos: operar a 600 m bajo el Caribe
Trabajar a tal profundidad implica presiones cercanas a 60 atmósferas y visibilidad inferior a los dos metros. Por ello, el equipo mezcla iluminación LED de alta intensidad con lásers de medición que permiten dimensionar piezas delicadas —monedas, cañones y porcelanas— antes de decidir si conviene moverlas. Cada inmersión ronda las seis horas y el proyecto ya acumula 117 horas de filmación continua, un récord documentado por la comunidad científica internacional.
Fotogrametría 4K: el “gemelo digital” del pecio
Las 30 000 imágenes capturadas se procesan con software de fotogrametría que genera ortofoto‑mosaicos y modelos 3D de altísima resolución. Estos gemelos digitales permiten a historiadores y conservadores examinar la ubicación y el estado de cada artefacto sin tocar el yacimiento, reduciendo el riesgo de deterioro y acelerando los análisis numismáticos que ya han fechado monedas de oro en 1707. Además, el material se publica en repositorios abiertos, cumpliendo estándares de ciencia ciudadana y transparencia patrimonial.
Próximos pasos: extracción controlada y preservación in situ
El Ministerio de las Culturas y la Dirección General Marítima proyectan una “primera extracción piloto” para marzo‑mayo de 2026, centrada en fragmentos representativos —no en el tesoro completo— para exhibición educativa. El protocolo exige atmósferas controladas de nitrógeno durante el ascenso y laboratorios móviles en tierra para desalinizar metales y cerámicas. Paralelamente, biólogos monitorean 29 especies marinas descubiertas en la zona para asegurar que la intervención no altere el micro‑ecosistema creado alrededor del casco.
Por qué es importante para el patrimonio y la ciencia
Más allá de su fama de “santo grial” por los lingotes de oro, el Galeón San José es un cápsula del tiempo que conserva rutas comerciales, técnicas navales y hasta microorganismos del siglo XVIII.
Los robots Saab Lynx ofrecen la oportunidad de estudiarlo con un enfoque “cero impacto”, un modelo que la UNESCO promueve para otros pecios en aguas profundas. Al combinar alta tecnología, rigor científico y narrativa histórica, Colombia convierte un conflicto legal de siglos en una vitrina de innovación y patrimonio vivo