San Andrés: un llamado urgente a cuidar el paraíso que todos amamos
Una montaña de plásticos, vidrios y latas amenazaba el mar de siete colores. Pero en solo unas horas, un pequeño ejército de isleños y viajeros, liderados por LATAM Airlines y Sebastián González, levantó 570 kilogramos de desechos del borde costero sur de San Andrés.
Noticias RCN
12:05 p. m.
Residuos como los plásticos, vidrios y latas amenazan al mar de los siete colores. Por ello, Sebastián Gonzáles junto a voluntarios de LATAM Airlines Colombia participaron en una jornada de limpieza de playas liderada por la organización raizal Schonner Bight y en tan solo una horas, lograron recolectar 570 kilogramos de desechos del borde costero sur de San Andrés.
La jornada evidenció una verdad incómoda: el paraíso que enamora a millones también necesita aliados que se arremanguen. ¿Por qué es crucial actuar ahora y cómo puedes sumarte sin importar dónde estés? Esta historia tiene las respuestas y un llamado urgente a proteger la joya del Caribe colombiano.
El reto de la contaminación en San Andrés
La contaminación en San Andrés no es un problema menor: cada año llegan a la isla más de un millón de turistas y, con ellos, toneladas de residuos sólidos. El turismo masivo, la falta de reciclaje y el uso indiscriminado de plásticos de un solo uso saturan playas, manglares y arrecifes. Los océanos ya concentran 8 millones de toneladas de plástico al año y las islas, por su condición insular, reciben gran parte de esos desechos flotantes. Con el cambio climático acelerando la erosión costera, la basura multiplica el daño a los corales que dan el famoso tono turquesa al mar.
“Volar con propósito”: la acción que inspiró a la comunidad
Para responder, LATAM Airlines, bajo su programa “Volar con propósito”, organizó la jornada junto al ambientalista local Zambo y la asociación Schooner Bight. Quince voluntarios continentales se unieron a residentes como Angie Berrocal para limpiar la zona sur, una de las más golpeadas por los vientos alisios que arrastran basura marina. Todo lo recuperado como botellas PET, latas de aluminio y fragmentos de vidrio, se clasificaron in situ. Los materiales reciclables viajarán gratis en la bodega de un avión de la aerolínea rumbo al continente, cerrando el ciclo de economía circular iniciado en la playa.
Educación ambiental: clave para un turismo responsable
Cada botella abandonada tarda hasta 450 años en degradarse, pero una camiseta puede fabricarse con apenas siete botellas recicladas. Por eso la acción de limpiar debe complementarse con educación continua a visitantes y locales. Consejos esenciales:
- Llevar siempre una bolsa reutilizable para residuos.
- Cambiar sorbetes y cubiertos plásticos por alternativas biodegradables.
- Preguntar en restaurantes y hoteles por sus programas de separación en la fuente.
- Compartir en redes buenas prácticas usando hashtags como #SanAndrésSinPlástico.
Al mostrar soluciones sencillas, se transforma la indignación en participación y se reduce el riesgo de “green fatigue” —esa sensación de que el esfuerzo individual no vale la pena.
Más allá de la limpieza: el impacto social y económico
Un ecosistema sano impulsa el empleo local—desde buceo hasta gastronomía—y reduce costos en salud pública vinculados a enfermedades transmitidas por mosquitos que se reproducen en basura acumulada. Además, estudios de ProColombia muestran que los destinos con certificaciones ambientales suben hasta 18 % su ocupación hotelera en temporada baja, un incentivo directo para que empresarios turísticos se sumen a iniciativas verdes.
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