Seis policías activos estarían involucrados en asesinato de alias 'Cejas'

Las autoridades ya tienen identificados a los seis policías activos, entre ellos un capitán,  que estarían involucrados en el secuestro y asesinato de alias 'Cejas', el sucesor de Daniel 'el Loco' Barrera.

Los uniformados harían parte de una banda conformada por delincuentes comunes y policías retirados. Noticias RCN reveló cómo fue el asalto a la casa de la víctima.

Noticias RCN conoció que son seis los policías adscritos a la Sijín en Bogotá, entre ellos un capitán, quienes estarían involucrados en un secuestro y posterior muerte de Luis Fernando Trujillo Alcalá, alias 'Cejas', señalado de ser el sucesor de Daniel Barrera, alias 'el Loco' Barrera.

El nombre de Luis Fernando Trujillo Alcalá, alias 'Cejas', no es nada desconocido para las autoridades judiciales de Colombia y Estados Unidos, ya que lo consideraban el sucesor del extraditado capo 'el Loco' Barrera y el presunto nuevo jefe de oficinas de cobro y de sicarios en Bogotá, además de ser el líder del multimillonario negocio de las drogas sintéticas en Colombia.

Su nombre ha estado ligado a vendettas de la mafia, masacres y asesinatos de otros capos en Colombia y en Argentina.

Hace casi dos meses, en horas de la noche, un grupo de hombres fuertemente armados llegó a la portería de un exclusivo conjunto residencial del noroccidente de Bogotá, a preguntar por el capo, pues supuestamente acababa de chocar un carro y había escapado. Ante la negativa de los celadores, los hombres armados entraron por la fuerza, amarrando a los vigilantes.

Llegaron hasta el apartamento del presunto capo, cuyas puertas fueron derribadas con hachas, según consta en unas fotografías en poder de los investigadores.

Sacaron a alias 'Cejas', quien vestía una pijama y se encontraba convaleciente por una reciente cirugía. Aunque los vecinos escucharon un corto intercambio de disparos en el interior de la vivienda, alias 'Cejas' fue sacado con vida, esposado, y fue llevado en un carro con rumbo desconocido. Tres horas más tarde, su cuerpo apareció abandonado a las afueras de una población cercana a Bogotá, vía norte. Presentaba señales de tortura y más de 20 impactos de bala en cabeza y abdomen.

Los mismos vecinos llamaron a la línea 123, pero durante media hora, al parecer, este servicio no respondió, tiempo exacto en que duró el sorpresivo operativo.

Antes de salir del lugar, los asaltantes obligaron al personal de celaduría a que les entregaran todos los videos de seguridad, en los que habían quedado grabados los agresores.

Sin embargo, no pudieron obtener las imágenes de las cámaras de los parqueaderos, pues pertenecen a otra empresa, y justo en estos habrían quedado grabados los dos carros que transportaron a los asaltantes y en los que se llevaron al narco: un automóvil de la Policía Metropolitana de Bogotá y un campero.

Hasta donde se ha investigado, se trataría de una banda compuesta por particulares, agentes activos y exoficiales de la Policía, liderada por un capitán retirado. Al parecer, la misma banda estaría detrás del plan para asesinar a un coronel de la Policía Antinarcóticos, a quien le hicieron grabaciones de audio y video, y seguimientos a su casa y a su familia. El oficial debió salir del país y era quien se encargaba de investigar a las bandas criminales. Había ayudado a la Fiscalía en el descubrimiento reciente de caletas de estas bandas con más de 5.000 millones de pesos en efectivo.