‘Solidarios de punta a punta’: rumbo a una misión en la Alta Guajira para cumplir sueños
Johana Amaya fue hasta la comunidad indígena de Karasúa, en donde le apuestan a la educación.
En medio del desierto de la Alta Guajira, la comunidad indígena de Karasúa celebra un hito histórico: la graduación de 34 bachilleres wayúu, resultado de un proyecto de colaboración sin precedentes entre la Armada Nacional y la Fundación Pies Descalzos y el Ministerio de Educación.
Esta ceremonia marca el inicio de una transformación educativa en una región donde la formación académica ha sido históricamente un privilegio lejano.
El origen del proyecto: un sueño para cumplir otros
El proyecto nació de la visión del almirante Juan Ricardo Rozo, comandante de la Armada Nacional, quien relata: “Me entró una llamada, yo era comandante en la Fuerza Naval del Caribe, me vine para acá en helicóptero y lo que encontré es literalmente un desierto, 750 niños jóvenes indígenas wayúu, con muchas necesidades, pero especialmente quisiera resaltar la esperanza de un mejor futuro”.
Junto a él, una docente decidió adoptar el territorio guajiro como propio. Su testimonio refleja la magnitud del desafío: “Yo siento que nuestro país Colombia necesita llegar a estos territorios donde quizás no muchos podemos llegar, por situaciones difíciles, por distancias, pero llegar acá es llegar a la cuna de la cultura wayúu, llegar donde uno realmente se siente colombiano”, declara Fanny Yineth Suárez.
La fundación de Shakira es protagonista
Juntos crearon el internado Karasúa Madre Laura, que comenzó entre enramadas y techos improvisados, pero con una convicción firme: la educación debía llegar respetando la identidad cultural wayúu. “Estos jóvenes aquí son panaderos, son diseñadores porque hacen sus mantas, son artesanos, cultivan y cuidan la tierra”, explica la profesora.
La Fundación Pies Descalzos, liderada por Shakira, se sumó al proyecto con recursos para transformar las estructuras temporales en instalaciones permanentes.
La directora de la fundación enfatiza: “Vinimos hace un año y dijimos, aquí vamos a construir, y movilizamos recursos junto con el Ministerio de Educación para estar hoy acá, ya en la construcción, pero esto no se queda acá, porque construir cemento, ladrillos, construir instituciones es fácil, luego llenar esto de contenido y de calidad, que cada uno de los niños y las niñas sabe leer, escribir y razonar, esa es la apuesta de Pies Descalzos”.
Los graduados expresan con orgullo el significado de su logro. Una joven bachiller confiesa: “Me ha sido fácil estar acá y poder tener este diploma en la mano. Mi diploma ha sido un esfuerzo y mucha dedicación y entrega”.
El almirante Rozo detalla los avances: “Ya tenemos unas instalaciones básicas, pero con el apoyo de la empresa privada ya estamos en construcción de una infraestructura moderna que atienda las necesidades de habitación, cocina, aulas”.

