Tensión en aumento: cronología del deterioro de las relaciones entre Colombia y EE. UU.
Desde que Donald Trump regresó, una serie de decisiones y choques diplomáticos han marcado una escalada de tensión.

Noticias RCN
01:35 p. m.
La relación entre Colombia y Estados Unidos atraviesa uno de sus momentos más complejos en los últimos años. Desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca, una serie de decisiones, choques diplomáticos y mensajes cruzados entre los gobiernos han marcado una escalada de tensión con consecuencias concretas en la agenda bilateral.
26 de enero: crisis por deportaciones
El primer gran quiebre ocurrió el 26 de enero, cuando el presidente Gustavo Petro impidió el ingreso de dos vuelos provenientes de EE. UU. con colombianos deportados. La razón: los migrantes venían esposados, lo que fue calificado como un trato indigno. La respuesta del gobierno Trump fue inmediata: anunció aranceles del 25 % para productos colombianos y revocó visas a funcionarios del gobierno Petro.
Ante la presión, Petro retrocedió. En menos de 48 horas, aceptó nuevamente los vuelos de deportación.
Mayo-junio: se frenan extradiciones clave
En medio de las tensiones, el presidente colombiano tomó otra decisión que no cayó bien en Washington: suspendió las extradiciones de alias "HH" y "el Mocho Olmedo", solicitadas por la justicia estadounidense. Petro argumentó avances en los diálogos con estos exjefes criminales como parte de su política de "paz total".
Junio: audios de un supuesto complot
La tensión aumentó cuando el diario El País reveló audios que hablan de un supuesto plan para derrocar a Petro, en el que estarían involucrados congresistas republicanos de EE. UU. y contactos promovidos por el exministro Álvaro Leyva. El escándalo sumó un nuevo ingrediente a la frágil relación diplomática.
3 de julio: estalla la crisis diplomática
El punto más alto llegó este 3 de julio. En medio de las denuncias del complot, Estados Unidos decidió retirar a su encargado de negocios en Bogotá, sellando una ruptura diplomática formal. Petro respondió llamando a consultas a Daniel García-Peña, embajador de Colombia en Washington, y elevó un duro comunicado en el que insistió en mantener una agenda bilateral centrada en temas ambientales, migratorios y financieros.
Los episodios recientes reflejan un deterioro acelerado del diálogo entre dos gobiernos ideológicamente opuestos, con consecuencias aún inciertas para el futuro de la cooperación entre ambos países.