Despertó el gigante dormido: Manchester United, campeón de Copa de la Liga inglesa

Después de seis años sin lograr un trofeo, el Manchester United se sirvió de su experiencia y potencial ofensivo para vencer 2-0 al Newcastle en la final de la Copa de la Liga inglesa, este domingo en Wembley.

Un gol de cabeza del brasileño Casemiro (33) y un disparo de Marcus Rashford desviado por el defensa Sven Botman hacia su propia portería (39) sirvieron para dar el primer título a los 'Red Devils' en la era del entrenador Erik ten Hag.

"Primero tienes que ganar el primer trofeo, que es lo que hicimos hoy. Consigues mucha inspiración de esto, pero también más confianza", valoró el técnico neerlandés. "Seguimos en el inicio de la reconstrucción del Manchester United y eso pasa por ganar trofeos".

Este es el primer título del Manchester United desde 2017, año en el que bajo la tutela del portugués José Mourinho el club logró este mismo trofeo y la Europa League. Una recompensa a una actuación madura en Wembley, que destaca el buen trabajo puesto en marcha por Ten Hag desde su llegada procedente del Ajax.

Paciencia, fruto del éxito del United

Una espera ínfima comparada con la de sus rivales en la final. La última final de las 'Urracas' fue la final de la Copa de Inglaterra en 1999, contra el mismo rival y con idéntico resultado 2-0. Las vitrinas del club del norte de Inglaterra no se abren desde 1969, cuando ganó la ya desaparecida Copa de Ferias de Europa.

Tan sólo el guardameta español David de Gea y el atacante Marcus Rashford jugaron como 'Red Devils' la final contra el Southampton en 2017, ganada 3-2 con un doblete de Zlatan Ibrahimovic. También era ya jugador del club Anthony Martial, que no disputó la final del domingo por lesión.

"Es un sentimiento increíble", valoró Rashford. "Hemos estado buscando este momento, nosotros, los aficionados, el club, todos juntos. Por fin tenemos nuestro trofeo. Creo que lo merecíamos".

Tres meses después de aquel título, el United ganó también la Europa League, si bien en campeonato se tuvo que conformar con la sexta posición. Este año podrían mejorar incluso lo logrado en 2017. Están clasificados a octavos de final en la Europa League tras eliminar el pasado jueves al FC Barcelona, a octavos de la Copa de Inglaterra y actualmente ocupan la tercera posición en el campeonato.

Control de principio a fin

La victoria del domingo se construyó sobre el control con el que el United afrontó esta gran cita. Contra los Magpies, quintos en Premier League con la mejor defensa del campeonato, supieron ser pacientes para encontrar el gol y, una vez por delante, defender la ventaja sin sufrir en exceso, con un David de Gea brillando de nuevo y logrando el récord de porterías a cero del club con 181, superando a Peter Schmeichel.

El partido comenzó a decantarse del lado rojo de Wembley a la media hora del partido, poco después de que De Gea salvara a su equipo tras una gran acción individual de Allan Saint-Maximin (32). En la siguiente acción, Luke Shaw botó al área un disparo de falta desde la izquierda que fue rematado al fondo de las redes por Casemiro (1-0, 33).

"Jugamos muy bien entre las dos áreas. No puedo culpar el esfuerzo de los jugadores", valoró Eddie Howe, entrenador del Newcastle. "Pero no defendimos suficientemente bien la falta directa. Eso es lo que lamentaremos".

Minutos después, el neerlandés Wout Weghorst puso un balón al hueco perfecto para Rashford, que disparó hacia portería. El disparo fue desviado por el defensa Botman (2-0), dejando sin opciones a Loris Karius. El alemán, que no disputaba un partido oficial desde hace más de dos años, suplió con solvencia al titular Nick Pope, expulsado en campeonato contra el Liverpool.

Karius realizó tres grandes paradas a disparos de Weghorst (45+3), Rashford (74) y resolvió un duelo contra Bruno Fernandes en el tiempo adicional. El lateral del Newcastle Dan Burn a punto estuvo de poner en pie a la mitad blanquinegra de Wembley en el minuto 43, pero su remate de cabeza finalmente no fue hacia portería.

En el 68, la defensa del United despejó una doble ocasión del Newcastle para mantener el control sobre el resultado y asegurar el primer trofeo de la era Ten Hag.