Entre aplausos y silbidos, así despidieron en el Atanasio a Edwin Cardona
Luego de protagonizar una horrible serie que le costó la Copa Libertadores a Nacional, así despidieron los hinchas a Edwin Cardona.
Noticias RCN
09:22 a. m.
La noche de este miércoles 27 de agosto dejó un capítulo especial en la historia reciente de Atlético Nacional. En la goleada 4-0 frente a Deportes Quindío por la ida de los octavos de final de la Copa BetPlay, todas las miradas se dirigieron hacia Edwin Cardona, mediocampista antioqueño que vive un momento complejo con la camiseta verdolaga.
El jugador, que en otras épocas fue símbolo de talento y jerarquía, ahora enfrenta el juicio de la tribuna tras sus recientes fallos en la Copa Libertadores, donde erró dos penales en la ida y fue expulsado en la vuelta ante Sao Paulo, comprometiendo el paso de ronda.
Desde el inicio del encuentro, cada intervención de Cardona fue seguida con atención. Algunos aficionados respondieron con aplausos, reconociendo su trayectoria y calidad, mientras que otros mostraron su inconformidad con silbidos cada vez que el balón se le escapaba o erraba un pase. La tensión en el ambiente reflejó que el cariño por el ídolo se mantiene, pero no todos están dispuestos a olvidar lo ocurrido en el torneo continental.
Entre aplausos y reproches, un ídolo cuestionado
El punto más emotivo llegó cuando el entrenador decidió reemplazar a Cardona. Decenas de hinchas, ubicados en distintas tribunas del Atanasio Girardot, se pusieron de pie para despedirlo con aplausos, como muestra de respaldo en medio de la tormenta. Sin embargo, el eco de los silbidos también estuvo presente, dejando claro que la afición está dividida.
Mientras el equipo celebraba un triunfo cómodo que prácticamente encamina la serie ante Quindío, el mediocampista vivió un momento personal mucho más complejo: un choque directo con la exigencia de la hinchada. Nacional cumplió con el trámite en la cancha, pero la relación entre Cardona y parte de la afición sigue siendo un tema abierto. Su desafío será recuperar la confianza perdida y demostrar, con fútbol, que todavía puede ser determinante para el club.


